Almacenar energía solar y eólica en forma de aire comprimido

Tradicionalmente, las baterías se han utilizado para almacenar energía, pero son caras, tienen una cantidad limitada de ciclos de carga-descarga, y cuando ya no sirven, pasan a ser un tipo problemático de desechos.

El equipo de Ben Sternberg, del Proyecto CAES de la Universidad de Arizona, está desarrollando sistemas de almacenamiento barato de energía. Específicamente, trabaja sobre sistemas basados en la compresión del aire mediante energía solar o eólica y su almacenamiento en contenedores artificiales o bajo tierra en cavidades naturales.

Cuando los paneles solares se quedan a oscuras y los generadores eólicos dejan de girar, el aire comprimido es calentado ligeramente y se le libera para impulsar turbinas que generan electricidad. El aire comprimido también puede liberarse directamente hacia sistemas mecánicos de máquinas sin tener que generar electricidad.

Dependiendo de la cantidad de energía que se pretenda almacenar en forma de aire comprimido, éste se puede alojar en depósitos externos similares a los utilizados para el propano, o en cavidades especiales dentro de los edificios.

Cuanto mayor sea el edificio, más económico será el sistema CAES y mayor será el ahorro del costo energético tanto a corto como a largo plazo.

Paralelamente al trabajo del equipo de Sternberg, otro grupo de la misma universidad está desarrollando sistemas de detección subterránea de alta resolución que pueden utilizarse para encontrar grandes cavidades subterráneas naturales que puedan servir como depósitos. Estas cavidades podrían utilizarse para acoger enormes cantidades de aire comprimido con las que impulsar las turbinas de centrales eléctricas.

Aunque usar aire comprimido para almacenar energía puede parecer una idea muy innovadora y aprovecha las nuevas tecnologías, en su versión más simple es una tecnología madura y bien probada. Sistemas urbanos de esta clase se construyeron en algunas ciudades europeas ya en 1870, y por la década de 1890 se usaban para almacenar y suministrar energía a fábricas y hogares.

Fuente: Solociencia