Autoconsumo una nueva puerta a un futuro esperanzador para la energía fotovoltaica

El balance neto se presenta como una nueva etapa, una revolución como lo califican muchos profesionales, en la manera de generar energía en nuestro país y, también, en su consumo.

Según ha declarado hace unos días el actual ministro de Industria, dentro de un mes se realizará la promulgación el Balance Neto Fotovoltaico.

Esta medida podría paliar los graves daños que, según las asociaciones del sector, se ha generado por la moratoria que el actual Ejecutivo ha decretado para las primas a la energía solar fotovoltaica.

El “autoconsumo por balance neto”  se trata de la opción que va a tener cualquier consumidor de generar su electricidad, así como volcar a la red el excedente de aquella que no utilicen y descontarse la que no han consumido de su factura de la luz. Por ejemplo, una vivienda podría generar hasta el 60% de la electricidad que consume y ahorrar en la factura de la luz.

El sector fotovoltaico cree que va a ser una auténtica revolución ciudadana y municipal, especialmente para esta fuente limpia, que es la que más ha sufrido en los últimos meses por los drásticos recortes a las primas.

Este sector va a tener un nuevo campo de actuación y de trabajo en el que poder solventar todos aquellos problemas o déficits que pudieran tener en el pasado.

Desde UNEF han explicado que en estos momentos estamos ante un sector completamente parado, que se podría reactivar con el autoconsumo. De hecho, han elevado al Gobierno una serie de iniciativas y propuestas

Según UNEF, el autoconsumo por balance neto puede decirse que es una salida de emergencia para la solar fotovoltaica. Esta industria pide que no sea sólo un borrador de real decreto, sino que vea la luz cuanto antes. Incluso subrayan que retrasarla seis meses sería demasiado tiempo, porque la moratoria afecta directamente a los pequeños instaladores y el autoconsumo podría relanzar su actividad.

El borrador de este real decreto comenzó a fraguarse con el anterior Ejecutivo y tiene que ser analizado por la Comisión Nacional de Energía (CNE). Se trata de una medida clave, ya que abre una nueva oportunidad para que los  hasta el 60% de la electricidad que se consume. Un importante acicate para el  ahorro en la factura de la luz.

Por ejemplo, una familia que invierta unos 3.500 euros, en una pequeña instalación fotovoltaica podría consumir electricidad en el mismo lugar donde la genera. Una gran ventaja, ya que ahorra costes a la red de transporte de electricidad, que se evita así viajar desde una central nuclear o una hidráulica hasta el punto de consumo. Además, si con el autoconsumo se generara el 60% de la demanda, el usuario ahorraría hasta un 3% inicial en el recibo de la luz.

En este punto, UNEF recalca que el peaje que deberá abonar el consumidor a la compañía eléctrica por utilizar la red debería tener en cuenta ese ahorro, así como la merma de las primas a las renovables, que actualmente están incluidas en el peaje que pagan los consumidores al sistema.

El sector indica, asimismo, que este balance neto sería equitativo si la energía que el consumidor produce se valorase al mismo precio que la que consume y no al precio de mercado, como se prevé en estos momentos en el borrador. Además, recuerdan que el autoconsumo reduciría en un 10% las pérdidas en el transporte de electricidad, que suponen 2.000 millones de euros al Estado.

En el borrador del real decreto, el autoabastecimiento energético está pensado para instalaciones de 100 kilovatios, pero el sector cree que es insuficiente esta capacidad, ya que el balance neto se limitaría a los usuarios particulares eimpide de facto a comunidades de vecinos o polígonos industriales contratar una sola instalación en régimen de autoconsumo.

Por este motivo, UNEF  solicita «liberar el tamaño máximo de las instalaciones» hasta un megavatio. Asi, según la Unión, se alcanzarían ahorros en la construcción y en el mantenimiento de la planta. De hacerse compartido, podrían incluso imaginarse cubiertas de edificios públicos con placas, lo cual supondría ingresos nuevos para las maltrechas Administraciones locales y autonómicas.

Los desarrollos de la tecnología solar fotovoltaica avala la petición del sector, como defiende UNEF, de pedir incentivos fiscales para su desarrollo. La industria se apoya en que es la tecnología renovable que más ha logrado reducir sus costes, hasta un 70% desde 2008, cuando las primas alcanzaron su máximo.

«Ya que a la fotovoltaica le quedan cuatro años para ser competitiva, parece lógico que hasta 2016 el Gobierno devuelva parte de las inversiones a través de incentivos fiscales», reclama UNEF.

La meta de la ayuda es que se puedan crear nuevos empleos, para compensar los que se están destruyendo por la moratoria a las primas, y de paso desarrollar industria local. Otra de las solicitudes de UNEF es que las instalaciones se acojan a un sistema de certificación que acredite que se han fabricado en Europa. «Francia e Italia anunciaron la semana pasada medidas en esta dirección», añadieron desde esta federación.

El principal problema para los usuarios doméstico es el retorno de la inversión, de unos 16 años y el acceso a la financiación.