Ya se ha dado a conocer el polémico borrador de RD de Autoconsumo. Un boceto donde se recoge que el peaje de respaldo se divide en dos. Por una parte, un cargo fijo en función de la potencia contratada y otro variable que dependerá de la energía autoconsumida. Industria dice hacer un esfuerzo por la «promoción de instalaciones de pequeño tamaño».
Tal como indican desde el Ministerio de Industria, estos cargos se deben a que se tiene que “contribuir a la financiación de los costes y servicios del sistema en la misma cuantía que el resto de los consumidores”.
Una decisión que vuelve a sembrar el malestar en el sector de la energía fotovoltaica. Precisamente, porque se insiste en el denominado “impuesto al sol”, tan rechazado por toda la industria.
Es decir, que aunque desde Industria se ha decidido eximir a los autoconsumidores de pagar las redes eléctricas cuando estén produciendo electricidad para uso propio, sí les ha creado un nuevo cargo, conocido como «cargo por autoconsumo», para cubrir los costes de balance de su propia actividad.
En la parte de memoria económica del borrador, Industria reconoce que «el aspecto más controvertido de la propuesta inicial» sobre autoconsumo fue el llamado peaje de respaldo, que se aplicaba al autoconsumidor por la electricidad que generara y consumiera con el objetivo «contribuir» a los costes del sistema eléctrico, incluido el de las redes eléctricas.
Ahora se tiene que pagar por dos conceptos distintos. Una , el término de cargo variable por energía autoconsumida, cada vez que se haga uso de la energía que producimos en casa y, además, un cargo fijo en función de la potencia contratada.
Muchos expetos creen que se trata de dar la puntilla al sector del autoconsumo fotovoltaico, hace inviable la producción eléctrica desde las viviendas.
Según han expresado diferentes fuentes del sector de las energías renovables, el «impuesto al sol vulnera la Constitución y dos directivas europeas». Por ejemplo, desde el despacho especializado Holtrop se dice que el Gobierno «presta su último servicio al oligopolio eléctrico, con este RD de parte, que considera el autoconsumo como un problema para el país y para el sistema eléctrico y la seguridad del suministro, en lugar de plantear sus beneficios de creación de empleo, innovación tecnológica, lucha contra el cambio climático y presión a la baja de los precios de la luz, entre otros muchos».
Por ejemplo, abogados de reconocido prestigio en este ámbito, como Daniel Pérez no dudan en calificar el texto de «disparate e intencionadamente discriminatorio» y confía en que el Gobierno no pueda sacarlo adelante en esta legislatura. «Se ha presentado a toda prisa, pero casi un año después de su fecha prevista, pero el proceso de audiencia pública será largo por las miles de alegaciones que llegarán. Es un guiño a las eléctricas pero a sabiendas de que van a andar muy justos de tiempo».
