Cómo combatir el cambio climático desde casa

Los edificios consumen el 40% de la energía y contribuyen al 36% de las emisiones

Las viviendas suponen el 30% del consumo total de energía en España

La rehabilitación térmica puede reducir las emisiones de CO2 en un 50%

Este sábado se celebra la ‘Hora del Planeta’ a las 20.30 de la tarde, un evento mundial que consiste en un apagón eléctrico voluntario en las ciudades y hogares para concienciar a la población de la importancia de aplicar medidas para luchar contra el cambio climático. El principal objetivo de esta iniciativa es incorporar una serie de hábitos respetuosos con el medio ambiente a nuestra vida y, en este sentido, Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible, ofrece una serie de sencillos consejos con los que ahorrar energía y también dinero en nuestros hogares.

Pon aislamiento en tu vida y ahorra un 50% de energía (400 euros al año)
En España el 99% de las viviendas sufren pérdidas de calor innecesarias, lo que convierte a las viviendas en uno de los grandes depredadores de energía del país, con un 30% del total. La falta del aislamiento térmico adecuado hace que los hogares consuman más energía de la necesaria para resguardarse del calor y del frío y que eso repercuta en nuestro bolsillo. En concreto, según datos de Inarquía recogidos por Danosa, en los edificios con más de 20 años una rehabilitación térmica puede suponer un ahorro energético del 50% por cada vivienda o, dicho de otro modo, más de 400 euros al año.

¡Ojo con la temperatura!
Una temperatura confortable para un hogar –y también la recomendada por médicos y expertos- está entre los 19ºC y los 21ºC, aunque se trata de una percepción un tanto subjetiva que depende de cada persona. En cualquier caso, Danosa estima que por cada grado que aumentamos la temperatura de nuestra casa el consumo de energía crece alrededor de un 7%, lo que supone un encarecimiento notable de la factura energética en los meses más fríos del año. El aislamiento térmico evita fugas de calor por puertas, ventanas, el suelo o los muros y reduce el gasto energético innecesario y también la sensación fría de paredes sin aislar, lo que lleva a muchas personas a aumentar la temperatura de su termostato para compensar erróneamente la “radiación” fría que notan en sus viviendas mal o nada aisladas.

Invierte para ahorrar
Embarcarse en una obra en casa suele ser algo muy molesto y costoso que posponemos hasta que la necesidad se convierte en urgencia. En este sentido, aunque rehabilitar energéticamente un edificio supone un desembolso importante, se trata de una inversión, no de un gasto. Como inversión, se recupera en un plazo de tiempo medio, dependiendo de la solución constructiva, entre 4 y 10 años en la mayoría de casos. A partir de ese plazo de amortización, se puede esperar a lo largo de la vida útil del edificio recuperar, por cada euro invertido, alrededor de siete euros, según datos proporcionados por AIPEX.

No son solo las ventanas… Tejados y fachadas, en el punto de mira
Si bien como decíamos el 99% de las viviendas en España sufren pérdidas de calor innecesarias y, aunque normalmente pensamos que las principales fugas de calor en el hogar se producen por ventanas y puertas, realmente estas suponen el 20% de esas pérdidas. Los verdaderos ‘enemigos’ de la conservación del calor en las viviendas son los tejados y fachadas, por los que se escapa el 60% de la energía del inmueble. Por ello, aislar las cubiertas y fachadas es fundamental para conservar la temperatura y evitar emisiones de dióxido de carbono (C02) a la atmósfera, pues, según las estimaciones de Danosa, con ello se puede ahorrar entre un 40% y un 60% de energía.

Viviendas del ‘equipo A’
Para contribuir a la lucha contra el cambio climático y respetar el medio ambiente, es imprescindible que nuestra vivienda sea del ‘equipo A’. ¿Esto qué quiere decir? Desde el año 2013 es obligatorio que los inmuebles, tanto los nuevos como los ya construidos, cuenten con un certificado energético para su venta y alquiler. Dicho certificado mide el nivel de eficiencia energética de una vivienda en función de las emisiones de CO2 y del consumo energético del edificio estableciendo siete niveles, que van desde la A –el nivel más eficiente- hasta la G –el menos eficiente-. De este modo, una vivienda del grupo A consume hasta un 90% de energía menos que las del escalafón más bajo. La rehabilitación térmica del inmueble puede hacer que tu vivienda pase a ser miembro del ‘equipo A’ de la eficiencia y sostenibilidad.