Los edificios sostenibles destacan especialmente por su ecodiseño, la inclusión de materiales respetuosos con el medio ambiente, los sistemas de climatización o el cumplimiento con estándares como LEED (Líder en Eficiencia Energética y Diseño), entre otros múltiples aspectos.
Tras una primera etapa en la que se argumentaba que la construcción sostenible tenía asociados unos costes elevados, desde el consejo Construcción Verde de España (Spain Green Building Council) se indica que los grandes beneficios económicos que se producen en este tipo de edificaciones, compensan ampliamente tanto a propietarios como usuarios y empresas. Entre estas ventajas señalan que tienen un valor de mercado superior, por su mayor demanda y su mayor ahorro energético. Así, varios estudios señalan que contribuyen a bajar los costes de operación y mantenimiento, reducen los riesgos laborales y mejora el clima de trabajo. Una diferenciación muy positiva que hace que incrementa el valor del edificio en el mercado.
Todo ello es posible gracias a la inclusión de un diseño sostenible que se refleja en la implantación de medidas como sistemas de ventilación avanzados que incrementan el flujo de aire fresco, disminuyen los niveles de CO2 y mantienen temperaturas optimas. A ello se une la selección de materiales de construcción y acabados de baja toxicidad, un mayor uso de la luz natural, que mejora la disposición de ánimo del personal), el empleo de una iluminación energéticamente eficiente de alta calidad y sistemas de climatización que garantizan un ambiente óptimo y el confort térmico.
Fuente: SEMI
