El crecimiento del sector eólico en los últimos diez años ha impulsado a la industria con mayores turbinas

Christian Kjaer, Director ejecutivo de la Asociación Europea de la Energía Eólica (EWEA)

La Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA), que se fundó hace más de 26 años, ha desempeñado un papel de importal relevancia para el desarrollo del sector. El director ejecutivo analiza en EfikosNews los principales objetivos de la entidad y los logros que se han conseguido hasta la fecha.

Efikos: 26 años en funcionamiento, 400 miembros de 45 países ¿La EWEA ha llevado a cabo sus objetivos, aquellos que estableció en 1982?

Christian Kjaer: EWEA se fundó para acoger a todos aquellos que trabajaban en el sector de la tecnología eólica en Europa. El objetivo es proveer un apoyo centralizado a las asociaciones nacionales que están intentando organizar encuentros y conferencias para la promoción de la energía eólica. Ésta es la función que está asumiendo EWEA. Hoy en día EWEA cuenta con más de 450 miembros de entre los principales actores y organizaciones del sector eólico, y 25 de ellos pertenecen a la oficina de Bruselas.

Además, en los últimos años el papel de EWEA se ha visto reforzado significativamente, y en estos momentos es considerada como portavoz de la industria eólica europea ante las instituciones europeas para defender y promover los intereses de sus miembros. En este sentido su función es la de analizar, formular y establecer el marco político para la industria eólica y cooperar con las empresas para el desarrollo del mercado y para la aplicación de nuevas tecnologías para el sector.

Por otro lado, EWEA genera una importante cantidad de herramientas y campañas de promoción para incrementar la todavía incipiente concienciación sobre los beneficios de la energía eólica, disipando los mitos acerca de esta fuente y proveyendo el acceso sencillo a una información fidedigna.

Por último, desde la asociación también organizamos numerosas conferencias, ferias, seminarios y grupos de trabajo que beneficien a nuestros miembros y a la industria. Este año, la EWEC (Conferencia y Feria Europea de Energía Eólica), celebrada en Bruselas, ha obtenido la cifra record de 6.000 participantes.

                        

EFK.: Después de este cuarto de siglo, ¿nos puede adelantar una evaluación de los cambios que se han producido en la energía eólica?
C.K.:
 Cuando EWEA comenzó su actividad, en 1982, la energía eólica no era más que una fuente de energía naciente. Es cierto que se había erigido una serie de turbinas experimentales, pero no existían ni granjas solares comerciales ni industria que fabricase los equipos. Pero mientras en los 80, las primeras plantas eólicas se montaron en California, los 90 vieron como Europa tomaba la delantera gracias, principalmente, a los pioneros trabajos técnicos que se llevaron a cabo en Dinamarca.

Durante los años 80 se fabricaron múltiples prototipos de aerogeneradores, con diseños que evidenciaban en ocasiones los poderosos enlaces del sector con la industria aeroespacial. Se montaron de manera masiva turbinas con hojas de tamaños similares a las alas de los aviones, como aquella en Hawai que tenía un tamaño diez veces superior a las que se utilizaban en aquel entonces. En general, las turbinas gigantes no tuvieron éxito y se desinstalaron.

Sobre la misma época, los daneses empezaron a hacer aerogeneradores más pequeños y ligeros. Compañías como Vestas se involucraron en los nuevos diseños. De todas formas, hubo varios diseños esenciales muy diferentes entre sí, mientras en Italia y en Alemania se construían modelos de una sola hoja, en Gran Bretaña, Holanda y Suecia se utilizaban dos hojas en el mismo equipo.

Aunque se han dado desarrollos significativos en los diseños de todas las partes de una turbina, puede que el más destacado tenía que ver con su tamaño: desde los 25-60 kilovatios (kW) de cada turbina en las mesetas californianas hace 20 años se ha pasado a los entre 750 kW y 3.000 kW. Y se espera que la capacidad del aerogenerador aumente incluso más a lo largo de la década que viene gracias al emergente sector de la energía eólica marina.

En el lado de la industria, Europa encabeza el mundo en cuanto a la fabricación y a los sectores auxiliares. Cuando miras a los actores industriales, el gran crecimiento del sector eólico en los últimos diez años en particular ha impulsado a la propia industria a desarrollar mayores y mayores proyectos con mayores turbinas en diferentes partes del mundo. Ahora, poderosas fuerzas (liberalización de los mercados energéticos, globalización y alta demanda), están conduciendo a la industria hacia una escena de pocos participantes globales junto a otros actores regionales y nacionales. Si miramos con perspectiva, los argumentos a favor de la energía eólica se han mostrado más convincentes con la colocación de la competitividad en un nivel global.

En la parte de archivos de la página web de EWEA (www.ewea.org) se puede encontrar más información acerca del desarrollo de la energía eólica y de la propia asociación.

EFK.: ¿Cuáles son los principales proyectos en los que participa la asociación?
C.K.:
 Existen varios proyectos importantes dentro de la Asociación Europea de la Energía Eólica.

Con el proyecto ‘Energía Eólica’ – Los hechos, que es una continuación de otro homónimo de 2004, se intentan contestar nuevas preguntas y retos que han nacido en relación con el viento. Esto se hace mediante la creación de una publicación exhaustiva y la actualización regular de una página dedicada a esta fuente verde. Gracias a este proyecto se proveerá información objetiva y se incrementará el conocimiento y el apoyo de la opinión pública.

‘TPWind (Plataforma Tecnológica Europea de la Energía Eólica)’ se creó bajo el VI Programa Marco de la Unión Europea. ‘TPWind’ trabaja para identificar las prioridades en materia de investigación con el propósito de reducir los costes de la energía eólica. Se divide en varios grupos que aportarán estrategias y escenarios para la investigación, informes que se recogerán en dos documentos: por un lado, la Agenda Estratégica de Investigación prestará atención a las mejoras tecnológicas que se consigan través de la innovación. Por otro, el documento Estrategia de Despliegue Comercial presentará las condiciones óptimas de un futuro mercado para una generalización amplia de la energía eólica. TPWind asesora también a la Comisión Europea para realizar su ‘(SET)-plan Estratégico para la Tecnología Energética’.

Por su parte, el proyecto ‘TradeWind’ estudia uno de los temas más desafiantes a los que se enfrenta la energía eólica en el presente, su máxima integración posible, máxima y fiable, en los mercados transeuropeos de la energía. Esta penetración no se encuentra limitada por problemas técnicos sino por aspectos de regulación, institucionales y barreras impuestas por los mercados. ‘TradeWind’ tiene el objetivo de facilitar el desmantelamiento de estas barreras contra la generalización de la eólica en los sistemas europeos de energía, a escala transnacional y europea, y también el propósito de formular recomendaciones para el desarrollo de políticas, reglas de mercado y métodos de asignación de interconexiones para apoyar la integración.

‘UpWin’ es un proyecto de cinco años de duración (2006-2011) cuyo propósito es desarrollar y verificar modelos substancialmente mejorados de los componentes de las turbinas, mejoras que la industria necesita para diseñar y construir aerogeneradores para aplicaciones a muy largo plazo, como por ejemplo enclaves en alta mar de varios centenares de MW. Necesitamos unos equipos muy grandes (más de 8 ó 10 MW) con un diámetro de rotor de más de 120 metros. Los diseños, componentes y materiales actuales no permiten este salto. Para conseguir esta mejora antes del 2020, es esencial comprender plenamente las condiciones externas de diseño, realizar innovaciones en los materiales con una fortaleza suficiente con respecto al índice de masa y contar con sistemas avanzados de control y medición.

También querríamos destacar desde EWEA el proyecto ‘RESTMAC, Creación de Mercados para Tecnologías de las Energías Renovables – Campaña de Marketing de la Tecnología Europea’, que de la misma forma se desarrolla desde el VI Programa Marco europeo. Este programa, que llegará a su fin en mayo de 2008, busca realizar y ejecutar una campaña sobre la tecnología ligada a algunas de las áreas renovables tanto del interior como del exterior de la UE. Su puesta en marcha se llevará a cabo, principalmente, a través de la organización de misiones comerciales y talleres tecnológicos. Las misiones comerciales a China y otras economías emergentes ya se han celebrado, así como talleres en los países bálticos, Hungría y Polonia.De nuevo, nuestra web ofrece mayor información sobre todos los proyectos en los que estamos inmiscuidos.

                                

EFK.: ¿Por qué es la energía eólica una fuente tan potente dentro del grupo de las renovables?
C.K.: 
Entre el año 2000 y el 2007 se ha instalado más capacidad eólica en Europa que cualquier otro tipo de tecnología energética excepto el gas. En 2007, la energía eólica alcanzó el primer puesto en términos de nueva capacidad de instalaciones de generación de energía neta. La energía eólica es actualmente una de las renovables más fuertes porque su tecnología es la más avanzada y los molinos se han desarrollado de muchas maneras desde hace bastantes años. Asimismo, la energía eólica se puede desplegar rápidamente ya que tanto las turbinas como los parques eólicos se pueden instalar con celeridad. Además, es la más barata de entre el grupo de las renovables, lo que anima a la inversión.

EFK.:¿Cómo son las diferentes regulaciones nacionales que afectan a la energía eólica en Europa?
C.K.:
 La Directiva propuesta por la Comisión Europea, 2001/77/CE ofrece a los Estados miembros la posibilidad de elegir entre diferentes mecanismos de apoyo a la promoción de la electricidad procedente de las renovables. En la práctica, los países de la UE han optado por dos instrumentos principales: primas sobre tarifas (tanto un precio fijado como incentivos propiamente dichos), y los certificados basados en cuotas. Otros caminos, como los concursos públicos, los incentivos a las inversiones o las exenciones de impuestos también se aplican en algunos países, pero o bien tienden a desaparecer o bien se combinan con una de las dos herramientas más utilizadas.

La mayoría de los 27 Estados miembros ha incorporado las tarifas incentivadas, pero entre ellos existen diferencias, incluido si se aplican tarifas por niveles, la existencia de primas, la disminución de tasas por tramos u obligaciones futuras. No hay un modelo armonizado, así que cada miembro puede acogerse al sistema que mejor se adapte a sus necesidades particulares, recursos y mercado.

Yo pienso que estos exitosos escenarios de apoyo estatal se deben mantener para sustentar la estabilidad del mercado y la confianza de los inversores. Es importante, además, que se incluya la salvaguarda de las escenas de apoyo en la Directiva propuesta por la Comisión Europea. La EWEA ha publicado un documento oficial al respecto titulado “Making 180 Gw a reality by 2020”.

EFK.: Para la EWEA, ¿cuál sería la legislación más adecuada para el desarrollo de esta tecnología?
C.K.: La decisión más importante tomada en Europa en lo relativo a las políticas eólicas fue la adopción, en 2001, de la Directiva de Energías Renovables. Este hecho llegó después de un lento proceso que empezó en 1995 con la publicación del Libro Verde sobre la política energética, seguido por el Libro Blanco de 1997. El Libro Blanco establece el objetivo de aumentar la participación de las renovables en la demanda del 6% al 12% para 2010 y su parte en la electricidad generada del 14% al 22%

Desafortunadamente, los países europeos se encuentran claramente fuera del camino que les lleve a alcanzar la meta del 2010. Las naciones que parece que lo están haciendo mejor son también aquellos que han optado por impulsar la energía eólica, como Alemania, España o Dinamarca. De todas formas, tiene que hacerse mucho más para eliminar las barreras que aún hoy impiden a la energía eólica alcanzar todo su potencial. Creo que lo que ha pasado con la directiva sobre energía renovable, aprobada en 2001, es que comenzó un proceso de creación de nuevos marcos de investigación sobre la energía renovable. Sabemos que estas cosas llevan su tiempo y que debemos de permitir un plazo para que funcionen, pero al ritmo actual no vamos a llegar a los objetivos marcados para 2010. No sólo por la energía eólica, que hoy en día se encuentra en un nivel por encima de lo previsto, sino por la contribución del resto de las renovables.

La razón por la que no vamos a cumplir los propósitos marcados es que cuando la Comisión Europea estimó en 1997 que límites alcanzaría el conjunto de las renovables, asignaron unos 40.000 MW a la eólica. Nosotros sobrepasamos esta expectativa el año pasado, llevamos unos cinco años de adelanto y pensamos que estaremos al doble en 2010. La idea general partía de la base de que la biomasa se haría cargo de la mitad de lo esperado y la eólica alcanzaría alrededor de un cuarto. Ahora está bastante claro que los lugares se han intercambiado, pero lo que tenemos es que no cumpliremos con el objetivo general del 21%.

Lo que realmente necesitamos es un marco estable a largo plazo. La propuesta legislativa de promoción y uso de las energías renovables es un primer paso, bienvenido, para el desarrollo de una ley europea amplia que ofrezca una igualdad de oportunidades para las renovables y que reconozca los beneficios que estas energías reportan a la sociedad como precios eléctricos más baratos, seguridad de suministro y ausencia de contaminación.

En EWEA pensamos que si las compañías están dispuestas a invertir en energía eólica, los países de la UE tienen que:

– Simplificar los procedimientos administrativos que preceden a la instalación de un nuevo parque.

– Mantener escenarios exitosos que compensen a las renovables por sus impactos medioambientales positivos y su contribución a la seguridad de suministro.

– Defender la prioridad de acceso a la red de las renovables.

– Desarrollar un Plan de Acción a nivel nacional para las energías renovables, incluida la eólica, para demostrar a la industria cómo ese país alcanzará su objetivo del 20%.

EFK.: Alemania y España son los dos países que encabezan la energía eólica no sólo en Europa sino también en el mundo. ¿Cómo es la situación en el continente?
C.K.: Alemania y España son pioneras y referentes a escala mundial en tecnología eólica. Ambos países hicieron una apuesta temprana por la energía eólica como resultado de un marco que ha funcionado y una industria doméstica dinámica.

Parece que es siempre es difícil para un país alcanzar los primeros 1.000 MW porque los cuerpos administrativos necesitan tiempo para instaurar procedimientos que concedan permisos para proyectar, etc. Una vez que el hito de los 1.000 MW se ha alcanzado, generalmente se dispone ya de un marco más adecuado. Ahora mismo estamos viendo un número de países que están superando el umbral de los 1.000 MW. Portugal lo hizo en 2006, Francia en 2007, Reino Unido ya lo ha sobrepasado, Holanda hace nada y Grecia e Irlanda están a punto. Es un punto cercano en muchos Estados.

2007 fue un año récord por muchas razones:

– EE. UU. instaló el mayor número de MW en un año en toda la historia.

– España sumó el mayor número de MW nuevos añadidos por un país europeo en la historia, datos referidos también a un periodo de doce meses.

– Hubo más energía eólica instalada globalmente que hidroeléctrica.

– La instalación de capacidad neta de energía eólica fue superior a la de gas en 2007 en Europa.

De todas formas, Europa permanece a la cabeza mundial en lo que a energía eólica se refiere, la capacidad total de las nuevas turbinas puestas en funcionamiento a lo largo de la UE el año pasado fue de 8.554 MW, un incremento de 935 MW con respecto a 2006, 57 gigavatios en total.

España voló más alto que nadie en cuanto a instalación de energía eólica durante el año pasado, con el record de 3.522 nuevos MW. También hubo un sustancial crecimiento en Francia, que puso en marcha 888 MW para alcanzar los 2.454 MW, e Italia, con 603 MW más y un total de 2.726 MW. Los nuevos Estados miembros realizaron un buen trabajo y ampliaron su capacidad en un 60%, con Polonia, el mejor de ellos, situado ya en los 276 MW. La República Checa instaló 63 MW, su año más positivo, y Bulgaria 34 MW.

Aún a pesar de este crecimiento, el mercado europeo creció el año pasado un 12% comparado con 2006, menos de lo esperado, y si excluimos a España de las estadísticas, el mercado de las turbinas eólicas muestra un pequeño declive. El cambio de ritmo en países como Alemania, Portugal y Reino Unido, que han instalado menos capacidad que en ejercicios pasados, se puede explicar por una mezcla de lentos procesos administrativos, problemas en el acceso a la red e incertidumbre legislativa.

Esta realidad del mercado me devuelve a un punto anterior. Lo que necesitamos realmente es un marco estable y a largo plazo. Pienso que una rápida aprobación de la Directiva propuesta por la Comisión Europea por los 27 y por el Parlamento Europeo allanará el camino para una masiva e igualitaria expansión de la energía solar en otros Estados miembros.

EFK.: Es posible que dos economías emergentes, como China e India, lideren la generación eólica en unos años?
C.K.: Actualmente, los cinco países más aventajados en términos de energía eólica instalada son Alemania (22,3 GW), Estados Unidos (16,8 GW), España (15,1 GW), India (8,1 GW) y China (6,1 GW).

Como dijimos con anterioridad, hay aspectos poderosos que conducen a la industria hacia un número reducido de participantes globales, un puñado de ellos de escala continental y algunos de nivel nacional. En cuanto a la distribución geográfica, el Consejo Global de la Energía Eólica (GWEC) cree que Asia adelantará a Europa como el mayor mercado anual, con más de 12,5 GW capacidad de generación nueva instalada durante el año 2012, más de 5,4 GW en 2007.

GWEC recientemente publicaba su informe de la situación mundial, que mostraba que el crecimiento asiático sería mantenido, principalmente, por China. Desde 2004, China ha doblado su capacidad total cada año, de tal modo que ha excedido hasta las predicciones más optimistas. Para el año 2010, China se habrá convertido, según las predicciones, en el mercado anual nacional más importante. Este desarrollo se apoya en un rápido crecimiento del número de fabricantes domésticos que operan en el mercado chino, distribuyendo turbinas para proyectos eólicos a gran escala. Ya en 2007, 40 suministradores nacionales se ocuparon del 56% de las nuevas instalaciones del territorio nacional. En el 2006, el 41%.

Mientras China mira hacia adelante, India hace lo propio y se convierte en otro de los mayores mercados eólicos, a pesar de que aún se encuentra por detrás del norteamericano, que se expande más que antes gracias al crecimiento significativo en EE. UU. y el sostenido desarrollo en Canadá. En total, América del Norte debería ver como su capacidad instalada aumenta en 42,6 GW en los próximos cinco años, alcanzando los 61,3 GW en 2012. Obviamente, el reparto anual de la energía eólica se verá muy influido por la continuidad o no del Crédito Fiscal a la Producción (PTC), pero esto también dependerá de quién se siente en la Casa Blanca el próximo año.