Estrategia Industrial Fotovoltaica, motor de modernización de la industria

Ministra Miteco y UNEF
Estrategia Industrial Fotovoltaica, motor de la modernización del tejido productivo español

Una Estrategia Industrial Fotovoltaica es clave, ahora más que nunca, para modernizar nuestro tejido productivo y reestructurar la economía de nuestro país.

La Estrategia Industrial Fotovoltaica, que ha presentado UNEF al MITECO, plantea la urgente necesidad de adoptar una serie de medidas y reformas para el sector fotovoltaico; y que se convierta en motor clave para modernizar el tejido productivo reestructurando la economía de nuestro país para que sea competitiva, sostenible y limpia.

Durante el encuentro, Teresa Ribera ha destacado que “España cuenta con un sector industrial fotovoltaico nacional consolidado, con empresas con tecnología propia; líderes en innovación a nivel mundial, como reflejan las cifras del informe anual presentado; y que demuestran el enorme potencial de la industria para la prosperidad económica y la creación de empleo”.

La vicepresidenta ha agradecido el trabajo realizado por el sector “para desarrollar un mapa de capacidad identificando en el territorio nacional aquellas empresas; institutos de investigación y actores que forman parte de la cadena de valor del sector fotovoltaico”

Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), hasta 2030 se deberán instalar unos 30 GW de nueva potencia fotovoltaica; lo que, en términos económicos, supone una inversión del orden de 20.000 millones de euros.

España puede constituirse como un hub industrial fotovoltaico internacional

La Estrategia Industrial Fotovoltaica presentada está completamente alineada con el plan de recuperación nacional que apuesta por las industrias tractoras verdes y la digitalización. España tiene una fuerte posición en know how fotovoltaico, al contar con empresas con tecnología propia en los elementos con mayor valor añadido de la cadena de valor: Electrónica de potencia, seguidores, estructuras, diseño, especistas, promotores y con empresas líderes a nivel mundial, especialmente en la fabricación de seguidores solares y de inversores. Rafael Benjumea, presidente de UNEF, remarcó, “si aprovechamos esta ventaja y tomamos las medidas adecuadas España puede constituirse como un hub industrial fotovoltaico.”

Además, el sector fotovoltaico, en su conjunto, tiene un considerable impacto en la economía nacional, con una contribución al PIB nacional de más de 7.700 millones de euros en 2019; y empleando a 38.000 personas (entre empleo directo e indirecto) antes del comienzo de la crisis por COVID-19. El sector es un exportador neto, contribuyendo con 1.600 millones a la balanza comercial y más de 120 empresas presentes en 60 países.

En los próximos años, estas cifras podrían aumentar significativamente con una decidida apuesta por la fabricación nacional de componentes fotovoltaicos. Nuestro país tiene una gran ventaja competitiva con respecto a los países de nuestro entorno: un mejor recurso solar y territorio disponible para desarrollarlo.

La Estrategia Industrial Fotovoltaica debería incluir medidas en cinco ejes: Sector eléctrico, Política industrial, Innovación y Desarrollo, Comercio exterior y Formación.

En el documento presentado en el Ministerio, UNEF propone las siguientes medidas y reformas:

1. Sector eléctrico:

Hay que garantizar un desarrollo estable de la nueva capacidad fotovoltaica, que deberá reactivarse rápidamente tras las crisis del COVID-19; adoptando una visión de medio plazo que asegure que se introducen 2-3 GW al año de nueva capacidad. La previsión de un mercado estable y predecible supone una mayor apuesta por parte de los actores económicos por las inversiones en I+D+i y en capacidad manufacturera.

2. Política industrial:

Es necesario diseñar e implementar una estrategia para consolidar la industria fotovoltaica nacional, buscando la movilización de la inversión privada y fomentando la digitalización; así como promover que el sector fotovoltaico sea reconocido como una cadena de valor de importancia estratégica para Europa.

3. Innovación y Desarrollo:

Se tiene que implementar un programa de innovación de tecnologías limpias para mantener la ventaja competitiva del sector industrial fotovoltaico nacional; generando las posibilidades para que los centros tecnológicos se conviertan en centros de excelencia a nivel mundial; así como fomentar la hibridación y el almacenamiento. Además, es clave avanzar en la digitalización del sistema eléctrico, poniendo a disposición de las empresas las mejores tecnologías disponibles basadas en redes 5G; una transformación que va a condicionar la competitividad futura de las mismas.

4. Comercio exterior:

España tiene que constituirse como hub fotovoltaico, aprovechando el tejido industrial nacional del sector; y las oportunidades que ofrece el mercado internacional de la energía fotovoltaica que está en plena expansión. Con el fin de impulsar la exportación de equipos fotovoltaicos, la asociación propone considerar las empresas del sector fotovoltaico en los programas de promoción de exportaciones e inversiones; firmar acuerdos comerciales para eliminar las barreras a la exportación de componentes fotovoltaicos nacionales; introducir líneas de avales para fabricantes exportadores; y continuar el Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM) para para ayudar a mejorar la competitividad de los productos nacionales en el entorno internacional.

5. Formación:

La nueva capacidad fotovoltaica que se está instalando en España está generando un número considerable de empleos; y para cubrir esta demanda de nuevos profesionales hay que adoptar medidas de formación y capacitación; como son programas de formación local en empleos de construcción y mantenimiento de plantas fotovoltaicas; y los planes de formación para una transición y reconversión hacia el sector fotovoltaica de profesionales y zonas afectadas.