Europa financia un proyecto con innovación asturiana para estaciones eólicas en el mar

La gran novedad que aporta el proyecto del grupo es el desarrollo de una técnica basada en el concepto de generación de hidrógeno en planta.

La Comisión Europea financiará con cinco millones de euros el proyecto de un grupo en el que participan la empresa asturiana Treelogic y los miembros del área de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad de Oviedo para diseñar plataformas eólicas multiusos en alta mar -«off shore»- basadas en un innovador método de almacenamiento y transporte de la energía a través de la generación de hidrógeno.

El plan, en el que trabajan conjuntamente 17 sociedades y centros de investigación de todo el continente, pretende definir un modelo único para este tipo de infraestructuras, que han recibido un fuerte impulso en los últimos años en diferentes países y que están pensadas para la consecución de energía mediante métodos ecológicos y para la realización de otro tipo de actividades, como la acuicultura.

El consorcio, que se denomina H2Ocean y es ajeno al proyecto que impulsa el campus de excelencia de la Universidad para construir una estación de estas características en la costa asturiana, tratará de realizar el diseño de concepto de este tipo de equipamientos y cada uno de sus integrantes ha recibido el encargo de desarrollar un determinado tipo de tecnología.

El equipo asturiano que forman Treelogic y los ingenieros universitarios será el encargado de elaborar un sistema de identificación y gestión de riesgos en la plataforma, monotorizando y diagnosticando potenciales peligros internos, mediante la puesta en marcha de redes inteligentes de sensores y detectando riesgos, como la aproximación no programada de barcos, a través de una red de radares.

La gran novedad que aporta el proyecto del grupo es el desarrollo de una técnica basada en el concepto de generación de hidrógeno en planta. Es decir, la energía eólica o undimotriz -a través de la fuerza de las olas- que se genere en la estación se transformará en ese gas, que será almacenado para su posterior transporte hasta tierra firme a bordo de buques.

Este revolucionario proceso podría solventar uno de los actuales problemas de las estaciones «offshore», que se ven obligadas a construir cables que las comuniquen con la costa para transportar la energía, con el consiguiente impacto medioambiental, las posibles pérdidas de eficiencia y la obligatoriedad de inyectarla a la red sin poder regular su cantidad en función de la demanda.

«Estamos muy satisfechos porque hemos conseguido que la investigación asturiana se incluya dentro de un ambicioso proyecto de carácter europeo y eso no deja de ser un estímulo», asegura Fernando Las Heras, coordinador del grupo de investigación del área de Teoría de la Señal y de las Comunicaciones de la Universidad. La financiación europea es para tres años y, probablemente, a continuación se ponga en marcha una segunda fase para crear un gran consorcio junto a los otros dos grupos que han recibido ayudas para proyectos similares gracias a la convocatoria FP7-Ocean y que se dedicará finalmente al desarrollo de una estación piloto para todo el continente que, después, deberá adaptarse en función de su ubicación. «Por razones del oleaje y de las corrientes, no es lo mismo construir una en el Mediterráneo que el mar del Norte, pero las bases son comunes», indica el experto.

Las estaciones «offshore» son una de las apuestas más firmes de la Comisión Europea dentro de su plan energético para las próximas décadas. Estas grandes plataformas en alta mar, donde se produce energía tanto eólica como undimotriz, también sirven para desarrollar numerosas investigaciones, como la consecución de energía mediante el tratamiento de algas o la cría de determinadas especies marinas.

Fuente: La Nueva España