Greenpeace pide un modelo energético 100% renovable

El MITECO destina 246M€ y ultima convocatorias específicas para Illes Balears, dotada con 20M€, y Canarias con 54M€.

La organización ha elaborado un completo documento con propuestas para salir de la crisis sin abandonar la senda de la sostenibilidd y las energías renovables.

Greenpeace recuerda que el próximo 25 de marzo los andaluces tienen que decidir quiénes van a liderar el rumbo de su comunidad autónoma durante los próximos cuatro años.

Por este motivo, ha elaborado un documento específico para las próximas elecciones donde aporta su visión y sus propuestas para salir de la crisis económica sin abandonar la senda de la sostenibilidad y la mejora ambiental.

Entre las numerosas iniciativas, Greenpeace aboga por impulsar un modelo energético eficiente, inteligente y 100% renovable. En este sentido, recuerdan que  Andalucía es una región líder en energías renovables dentro de la Unión Europea.

A mediados de 2011 superaba los 4.370 megavatios de potencia eléctrica renovable, según datos del Observatorio de la Asociación de Promotores y Productores de Energías Renovables de Andalucía (APREAN). Además, las energías limpias generan en la región cerca de 10.000 empleos directos.

Para Greenpeace,  Andalucía posee recursos naturales y tecnología para cubrir todas sus necesidades de energía con renovables. Según evaluó la asociación en su informe Renovables 2050, la comunidad autónoma podría generar en 2050 energía limpia suficiente para satisfacer 65 veces su demanda de electricidad y 10 veces su demanda energética total.

El liderazgo andaluz en renovables se fundamenta en la I+D impulsada por las universidades y desarrollada en un centro de primera línea mundial como la Plataforma Solar de Almería, recientemente complementada por el CTAER (Centro Tecnológico Avanzado de Energías Renovables), puesto en marcha por la Junta a través de la Agencia Andaluza de la Energía.

Empresas de la región compiten en los mercados internacionales de las energías limpias, al mismo tiempo que compañías extranjeras desarrollan en Andalucía su tecnología, producen equipos y/o generan energía termosolar, fotovoltaica, eólica y biomasa agrícola y forestal.

 

 

El enorme potencial del sector de las energías renovables en Andalucía, con las ventajas ambientales y macroeconómicas que estas comportan (en especial por contribuir a la reducción de nuestra gran dependencia energética del exterior, y por su capacidad de generación de empleo), hace indispensable que el nuevo Gobierno andaluz apueste de forma decidida por ellas y por la eficiencia energética.

El desarrollo tecnológico y la generación de empleo en Andalucía no son las únicas razones para apostar por un modelo 100% renovable. Esta región puede ser también un ejemplo en la lucha contra el cambio climático. Como demuestran los informes científicos, si no lo frenamos la comunidad autónoma se vería gravemente afectada, con una mayor frecuencia de extremos climáticos más intensos (olas de calor, sequías); reducción de recursos hídricos; y aumento de los índices de riesgo de incendios forestales, entre otros problemas. Estos cambios ponen en riesgo sectores clave en la región como la agricultura, la pesca o el turismo.

A estos peligros se añaden los derivados de los proyectos de nuevos pozos de hidrocarburos en diversas fases de desarrollo en la costa Andaluza. La causa de estas prospecciones es la elevada dependencia energética de España. Sin embargo Andalucía, gracias a su potencial en renovables y eficiencia energética (especialmente en el sector del transporte, responsable del consumo de un 70% del petróleo), tiene una receta óptima para reducir la subordinación energética. Una opción libre del impacto ambiental sobre espacios naturales de primera importancia y de emisiones de gases de efecto invernadero, así como de repercusiones negativas sobre otros sectores económicos como la pesca y el turismo.

Andalucía dispone de más de doscientas grandes instalaciones emisoras de gases de efecto invernadero (centrales térmicas, refinerías, cementeras…). Por motivos ambientales, pero también por su creciente traducción en impactos económicos, es indispensable que la región, como las demás comunidades autónomas, adopten una posición proactiva en la lucha contra el cambio climático y adopten una política que nos conduzca a un modelo energético eficiente, inteligente y 100% renovable. Las inversiones que se realicen en estos próximos años condicionarán la posibilidad de desarrollar esa transformación a tiempo.

Demandas a los partidos políticos:

• Adoptar una política activa de apoyo a la instalación de nueva potencia renovable; garantizar que Andalucía mantenga su posición de liderazgo en tecnologías limpias como la solar termoeléctrica.

• Mantener la financiación en I+D en energías renovables y eficiencia energética.

• Oponerse claramente a la moratoria a las renovables impuesta por el Gobierno central y a cualquier otro intento de regresión a una política energética no sostenible.

• Impulsar el desarrollo de redes inteligentes y el autoconsumo de energía limpia.

• Oponerse a los proyectos de nuevos pozos de hidrocarburos en la costa andaluza y asegurar una moratoria de estos proyectos en aguas de la comunidad.

• Adoptar una política activa de apoyo al transporte colectivo en detrimento del uso del coche; establecer mecanismos de promoción de sistemas alternativos de transporte eficiente e inteligente en aquellas áreas en las que el transporte colectivo no tenga suficiente demanda, como el carsharing, el car-pooling o el transporte colectivo a demanda.

• Adoptar criterios mínimos de eficiencia energética en las políticas de compra de las flotas de vehículos de las administraciones andaluzas. Especialmente para los coches: 80gCO2/km (3 l/100km).

• Priorizar la inversión (autonómica y/o en cooperación con el Estado) en aquellas infraestructuras capaces de impulsar un transporte eficiente e inteligente, en detrimento de los grandes sistemas lineales de gran capacidad.