El Zoo de Denver, en EE.UU. se ha convertido en un centro pionero en energías limpias. En este lugar se generan a diario generan 1.905 kilos de basura, que van directamente al vertedero.
Pero los responsables del Zoo han explicado que quieren convertir las heces de los animales y la basura en un recurso energético, para aprovechar los residuos. La forma que tienen pensado para conseguirlo es un proceso de gasificación que permitiría convertir el combustible sólido en gas y aprovecharlo para suministrar energía a la nueva área de exhibición del zoo, «Toyota Elephant Passage».
«Queríamos suministrar esta nueva exhibición con energías limpias. Estuvimos valorando la solar y la eólica, pero por muchas razones no eran prácticas en el zoo. Entonces pensamos en la cantidad de residuos de basura y de excrementos que se producen en las instalaciones», explica a este semanario Sean Andersen-Vie, portavoz del Zoo de Denver. Para ello, contrataron a unos investigadores y los cálculos preliminares hablan por sí solos.
El primero que, «aunque pueden usarse todo tipo de heces, es mejor si éstas están secas», precisa. Segundo, que, de llegar a buen puerto, este proyecto «permitirá ahorrar más de 113.000 euros al año en costes energéticos según las estimaciones preliminares que hemos hecho», asegura Andersen-Vie. «Además –prosigue–, contribuirá a que el zoo deje de llevar al vertedero 680.000 kilos de basura, lo que lo acercará al objetivo ‘‘cero residuos’’».
Para ello, han instalado el sistema de gasificación en la parte posterior del rickshaw (también conocido como tuk-tuk) que tiene el zoo para que funcione. El rickshaw, «un taxi que compramos hace unos años en Tailandia, permitirá mostrar cómo funciona la gasificación, a través de este prototipo de gasificación eléctrica», explica. Y todo apunta a que funcionará. Y es que hace unos meses lograron hacer margaritas al alimentar de electricidad la batidora con el gasificador. ¿Quién dijo que de las heces no se podían producir cosas ricas y limpias?
Fuente: La Razón
