Inteligencia geoespacial, vehículo para alcanzar las ciudades inteligentes

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Por Laurent Pellois, SG&I Area Manager Security, Government & Infrastructure Intergraph España

 

Por primera vez en la historia, más del 50% de la población mundial vive en zonas urbanas y en el 2050, casi el 70% de las personas vivirá en ciudades. A pesar de que se produce esta afluencia de personas, las ciudades se enfrentan a una infraestructura obsoleta. Los procesos que han funcionado bien en el pasado se encuentran en sus puntos de ruptura. ¿Cómo pueden hacer las ciudades para continuar con este tipo de crecimiento? ¿Cómo van a reaccionar a estos cambios? ¿Cómo puede una ciudad con recursos limitados mantener e incluso mejorar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos así como la gobernabilidad?

La respuesta son las Smart Cities. En lugar de pensar en cómo deben reaccionar, una ciudad inteligente piensa en el futuro y es proactiva. La clave es la planificación y las capacidades de romper las barreras de un pensamiento tradicional. Una Smart City utiliza Tecnología de Información y Comunicaciones (TIC) para mejorar su habitabilidad, capacidad de trabajo y sostenibilidad mediante la recopilación, comunicación y la asimilación de datos, dentro y fuera de los departamentos del ayuntamiento.

El primer paso para tomar decisiones inteligentes es reunir de forma rápida y eficiente la mayor información posible. Además de “dónde” una ciudad necesita profundizar sobre “cuáles” son los problemas a los cuales se enfrentan en las distintas áreas y cómo se ha tratado con ellos. Esto significa romper las barreras de comunicación y de intercambio de datos entre los departamentos para que pueda construir una imagen completa de la situación actual y del futuro. Para innovar verdaderamente y ser eficaz, también debe ser capaz de desplegar la tecnología en todas las funciones de la ciudad.

Una forma de hacerlo es mediante el desarrollo de centros de conocimiento, como un centro de datos geoespaciales. Mediante la creación de una plataforma que recoge, organiza y difunde datos geoespaciales en muchas formas (incluyendo 2D, 3D, 4D), la ciudad inteligente puede fusionar personas y tecnología para que puedan innovar y tomar decisiones más inteligentes.

Pero, ¿cuál es el papel de la inteligencia geoespacial? Cuando se planea el futuro de una ciudad, todos los datos son datos geoespaciales. Cada pieza de información, desde los ingresos fiscales hasta un problema de equipamiento en la ciudad tiene un componente geoespacial, un «dónde» asociado a él. Esta ubicación puede ser clave para entender correctamente lo que está sucediendo en la ciudad en cualquier momento. ¿Dónde están las incidencias y/o actos delictivos que se cometen? ¿Dónde están los puntos negros de tráfico? ¿Cuándo y dónde se están generando ingresos? Estas preguntas pueden abrir la puerta a la comprensión de cómo funciona la ciudad y ayudar a predecir las tendencias emergentes al mismo tiempo que la ciudad crece.

Entonces, ¿cómo encajan las soluciones geoespaciales en los diversos organismos locales, y autoridades que hacen una ciudad, y a su vez una ciudad inteligente? Una ciudad es una máquina compleja con muchas partes cambiantes. Planificación, gestión de infraestructuras, transporte, servicios públicos, telecomunicaciones, y la seguridad pública: cada uno es un engranaje en la máquina y si alguno de ellos no funcionan al máximo, toda la organización se puede encontrar bajo presión. Además, sin saber lo que cada parte está haciendo ¿cómo se puede arreglar para que el conjunto de la ciudad funcione?

La inteligencia geoespacial se encarga del control y la gestión de toda esta información. Para ello se requieren tecnologías avanzadas que permitan administrar los datos “geo”, catalogarlos, analizarlos, distribuirlos de manera segura y fiable en cualquier tipo de dispositivo. En temas críticos (como son centros de control, emergencia, situation room), es especialmente clave tener herramientas y plataformas que permitan gestionar los eventos en base a esta información geoespacial fiable, segura, rápida y que pueda ser reutilizable para otros eventos futuros en el mismo punto de la ciudad o para que otros servicios de la ciudad la puedan re-utilizar.

Gracias a la inteligencia geoespacial, las comunidades, las ciudades y los gobiernos tienen la posibilidad de tomar decisiones más precisas e inteligentes para aprovechar las fuerzas constantes de cambio y planificar de manera más eficiente el funcionamiento de una ciudad, haciendo de ella un lugar mejor donde vivir.