La AIE manifiesta que la legislación española penaliza el autoconsumo eléctrico

Autoconsumidor tipo: hombre 46 años que vive cerca de grandes ciudades

El estudio de la Agencia Internacional de la Energía compara las ventajas y deficiencias de los modelos de implantación de autoconsumo en 20 países de todo el mundo, entre ellos España

Los impuestos por el uso de baterías o por la energía que se deja de consumir de la red, los límites en la potencia y la no remuneración de la energía generada son las principales trabas legislativas que desalientan el autoconsumo eléctrico en España

El Instituto Europeo del Cobre colabora con el Programa sobre Sistemas de Energía Fotovoltaica, dentro del cual se encuadra la realización de este estudio.

¿Cuáles son los principales escollos que un ciudadano español tiene que salvar si quiere implantar un sistema de autoconsumo energético en su casa, a diferencia de lo que ocurre en otros 19 países de todo el mundo? Según lo que se desprende de un estudio realizado por la Agencia Internacional de la Energía, las principales trabas con las que se encuentran los consumidores españoles son los impuestos que gravan la energía que no se consume de la red y la implantación de baterías, los límites en la potencia contratada y la falta de remuneración por la energía excedente generada que vuelve a la red.

Y esto ocurre a pesar de que España es uno de los 16 países analizados en los que se ha alcanzado ya la paridad de red, es decir, que en nuestro país el coste promedio de la producción de electricidad de una instalación de autoconsumo a lo largo de toda su vida útil es igual que el precio que tendría la electricidad consumida de la red.

El informe de la Agencia Internacional de la Energía analiza de forma comparativa la situación del autoconsumo en 20 países de todo el mundo, entre ellos Estados Unidos, Alemania o España.  El objetivo de este estudio es comprobar cuáles han sido los modelos de implantación de las instalaciones de autoconsumo en diferentes países, contrastar sus diferencias y ver cuáles son sus potenciales de mejora.

Adecuar la producción a la energía que se consume

 En este sentido, Diego García Carvajal, Director de la Oficina en España del Instituto Europeo del Cobre, señala que “realmente, el autoconsumo es una medida excelente para fomentar la eficiencia energética, con los beneficios medioambientales y el ahorro económico que supone para las familias,  más que una forma alternativa de generar electricidad fuera de la red convencional”.

 “En este sentido”, continua Diego García Carvajal, “una manera de  fomentar esa eficiencia energética es concentrar el consumo  en las horas centrales del día.  Para ello, habría que programar los electrodomésticos (ej. lavadora, lavavajillas) para que funcionen durante estas horas. Otra posibilidad es utilizar bombas de calor-frío que nos permitan transformar y acumular la electricidad en forma de energía térmica como losas radiantes o termos, instalar baterías eléctricas, o incluso, pensando a medio plazo, podremos usar para el autoconsumo las baterías de los vehículos eléctricos”.

El estudio de la Agencia Internacional de la Energía se encuadra dentro del Programa sobre Sistemas de Energía Fotovoltaica que desarrolla este organismo y en el que participa la Comisión Europea y 29 organizaciones más. Dicho programa tiene como misión el potenciar la colaboración internacional para situar a la energía solar fotovoltaica como una pieza clave hacia la implantación de modelos de generación de energías sostenibles. El Instituto Europeo del Cobre también participa en esta iniciativa de la Agencia Internacional de la Energía.