Nueva estrategia de eficiencia energética en Andalucía

Krannich fotovoltaica

El Consejo de Gobierno ha aprobado el inicio de los trámites para la elaboración de la Estrategia Energética de Andalucía 2014-2020, que establecerá las bases de la política de la Junta en ahorro y eficiencia, fomento de las renovables y desarrollo de infraestructuras.

El documento seguirá las orientaciones tanto de la legislación autonómica vigente como de la Estrategia Europa 2020 que, entre otros objetivos, se propone alcanzar en ese año el 20% de energías limpias en el consumo total, reducir las emisiones de efecto invernadero en un 20% respecto a 1990 y disminuir en ese mismo porcentaje el consumo de energía primaria de la Unión Europea.

La nueva estrategia centrará sus prioridades en fomentar el uso de recursos autóctonos sostenibles; mejorar la eficiencia en la Administración autonómica; incorporar criterios de gestión dirigidos al ahorro; mantener el liderazgo andaluz en tecnologías solares, eólicas y de biomasa; situar al sector de las renovables como motor de la economía andaluza; garantizar la calidad del suministro, e impulsar la transición de las infraestructuras hacia un modelo energético inteligente e integrado en el paisaje.

El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila, ha recordado la posición de Andalucía en capacidad en el ámbito de las energías renovables, como lo demuestra el hecho de que sea la primera en producción de energía con termosolares, biodiésel y biomasa. Esto supone que el sector cuenta con más de 1.400 empresas y ha creado 44.000 empleos en los últimos años.

La estrategia que ahora inicia su tramitación consolidará y ampliará el trabajo desarrollado desde 2008 a través del Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética (Pasener). A falta de casi un año para su finalización en diciembre de este año, este plan ha alcanzado ya la práctica totalidad de sus objetivos, especialmente en lo referido a eficiencia y a energías renovables.

En el primero de estos aspectos, durante los últimos cinco años Andalucía ha reducido su intensidad energética primaria. Es decir, para generar la misma riqueza la región emplea un 4% menos de energía, lo que indica un gran avance en eficiencia y en mejora de las competitividad de las empresas.

Liderazgo en renovables

Respecto a las renovables, el 38% de toda la potencia eléctrica proviene actualmente de fuentes limpias como el sol, el viento y la biomasa, que también suponen el 33,5% de la electricidad que consumen los andaluces (6,6% en 2006). En relación con el consumo de energía primaria, su aportación representa el 15,8% (4,6 puntos por encima de la media española). Con ello se ha contribuido a reducir en un 42% las emisiones de dióxido de carbono por cada unidad de generación eléctrica producida en los once primeros años de esta década.

Por tipos de tecnologías, Andalucía ha superado los objetivos planteados por el Pasener para 2013 en termosolar (947,50 MW frente a los 800 previstos); solar fotovoltaica (840,83 MW frente a 400 MW); biogás térmico (que duplica las tres kilotoneladas equivalentes de petróleo -Ktep- fijada inicialmente); biomasa (256,98 MW frente a 256 MW) y biogás para generación eléctrica (26,27 MW para una meta de 20,10 MW). De la misma forma, se ha conseguido el 99% el objetivo planteado para la energía hidroeléctrica (617,28 MW) y el 93% para la biomasa térmica (con 601,16 MW).

Estos datos sitúan a la comunidad autónoma a la cabeza de España en las energías solar térmica de baja temperatura, termosolar y biomasa, así como en capacidad de producción de biocarburantes. Andalucía también destaca en fotovoltaica (segundo puesto) y eólica (cuarto).

El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empresa, Antonio Ávila, ha informado sobre la decisión del Consejo de Gobierno que ha aprobado el inicio de los trámites para la elaboración de la Estrategia Energética de Andalucía 2014-2020, que establecerá las bases de la política de la Junta en ahorro y eficiencia, fomento de las renovables y desarrollo de infraestructuras.

El documento seguirá las orientaciones tanto de la legislación autonómica vigente como de la Estrategia Europa 2020 que, entre otros objetivos, se propone alcanzar en ese año el 20% de energías limpias en el consumo total, reducir las emisiones de efecto invernadero en un 20% respecto a 1990 y disminuir en ese mismo porcentaje el consumo de energía primaria de la Unión Europea