Una empresa española, Tina Systems, se ha colado entre las grandes propulsoras de las energías renovables, con un innovador sistema que es capaz de generar, almacenar y también procesar energía mediante el hidrógeno, sin tener que estar conectado a una red eléctrica.
Se trata de una tecnología 100% española, en la que se han invertido 15 millones de euros y un tiempo de investigación y desarrollo de 35 años. En este periodo, los expertos españoles han colaborado con un sofisticado grupo compuesto por científicos y electroquímicos del Instituto Kurchatov de Física Nuclear de Moscú. El trabajo conjunto se ha centrado en implantar un método que fuese capaz de situar al hidrógeno en medio de la ecuación energética para estructuras que se encuentran aparatados de la red eléctrica o de difícil acceso.
Destaca especialmente la eficiencia energética de este innovador sistema. En primer lugar, la energía se obtiene mediante fuentes renovables (energia solar, energia eólica, etc.). Más tarde, el excedente de su uso pasa a conservarse en forma de hidrógeno comprimido, para lo que se emplean unos módulos de 15 metros cuadrados. Una forma de garantizar el suministro en momentos que no hay sol o viento, momentos en los que se recurre a estas reservas que se transforman en electricidad.
Tal como explica, Ricardo Blach, ingeniero de telecomunicaciones de Tina Systems, este nuevo sistema tiene muchas ventajas, ya que soluciona el problema de almacenamiento de energía y garantiza que se tienen recursos cuando no hay sol y ni viento mediante la posibilidad de guardar el hidrógeno, que permite su recuperación al 100%».
Estos módulos consiguen así que su gestión energética sea más económica y eficiente. Se pueden adquirir por 95.000 euros, un importe que está entre la cuarta y la sexta parte del precio de similares instalaciones. Si bien, uno sólo de estos módulos, con una vida útil de 25 años, tiene capacidad para generar hasta 18 Kwh al día.
La gran innovación del sistema está en el generador de hidrógeno, al que han definido como «un electrolizador único en el mundo» que, mediante el empleo de energías renovables, tiene la capacidad de producir H2 a alta presión.
En este sentido, cabe destacar que hidrógeno se caracteriza por ser el elemento químico más ligero y que es necesario comprimirlo para poder explotar sus ventajas como combustible para automóviles, entre otras posibilidades. Si bien, aquí es donde se encuentran las dificultades, ya que el proceso de compresión habitual es poco ecológico y muy caro.
Sin necesidad de compresor mecánico de hidrógeno
Por este motivo, gana tantos puntos el nuevo sistema de esta compañía española, ya que es capaz de prescindir del compresor mecánico. «Nuestro sistema genera el hidrógeno a 300 bares gracias a un electrolizador tipo PEM. Con esta presión un vehículo tiene una autonomía de 80 ó 98 kilómetros. Los grandes fabricantes están exigiendo en torno a los 700 bares como mínimo para competir con las prestaciones de un motor de gasolina, y en éste aspecto estamos trabajando». Según explican desde la empresa, su proceso de producción de H2 y O2 por electrólisis del agua no genera ningún tipo de desecho contaminante. Es también plug and play; basta con conectar una manguera al automóvil para repostarlo.
Así, abren la puerta a nuevas posibilidades. Este hidrógeno que se ha almacenado puede transformarse en electricidad o usarse también directamente para alimentar cualquier mecanismo que se nutra del gas a presión. Una especie de autoabastecimiento con gran futuro donde se apuesta decididamente por las energías renovables.
