La consultoría española de ecoeficiencia energética Trigasia cree que una parte del descenso en el consumo de energía eléctrica puede adjudicarse a la proliferación de sistemas LED y al ahorro que logran estos dispositivos. Este análisis se basa en la reciente publicación de dos informaciones que así lo atestiguan.
La semana pasada Red Eléctrica de España (REE) lanzaba un comunicado anunciando que la demanda peninsular de energía eléctrica en el mes de junio, una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, ha descendido un 1,8% con respecto al mismo mes del año anterior. Una tendencia que se ha mantenido en el primer semestre del año, con un consumo un 2,7% inferior al del mismo periodo de 2012.
“Si bien este descenso en el consumo de energía eléctrica se debe fundamentalmente al descenso de la actividad económica, también se debe a los ahorros energéticos que la creciente instalación de sistemas LED para iluminación produce. Porque si la actividad económica ha descendido en el entorno del 1,4% en términos de PIB, sería lógico que el consumo energético hubiera descendido algo menos de esa cantidad. Al haber descendido el 1,8%, quiere decir que se están utilizando sistemas energéticos más eficientes, y uno de ellos es el de los LED en sustitución de otras tecnologías”, explica José María Gallardo, director general de la empresa.
Por otro lado, la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum) acaba de publicar su informe anual de resultados en el que expone que la facturación del sector de la iluminación en España caerá cerca de un 10% menos en el mercado de la iluminación LED, que en 2007 facturaba 10 millones de euros y ahora prevé cerrar este ejercicio con unas ventas de 174 millones, un 10,8% más que el año anterior.
Y es que a día de hoy las lámparas LED son las más duraderas y las que menos consumen de entre todas las tecnologías de iluminación. La empresa española Trigasia ha comprobado que sus emisores LED consumen -para una misma luminancia- un 92% menos de electricidad que las bombillas incandescentes de uso doméstico común, un 82% menos que los sistemas de iluminación halógena, un 65% de ahorro frente a los tubos fluorescentes y casi un 20% respecto a las bombillas fluorescentes compactas o de bajo consumo.
