Según un estudio realizado por el actual Gobierno de EEUU, emplear el zumo de sandías desechas puede convertirse pronto en una fuente nueva para obtener biocarburante.
Uno de los autores de este informe, Wayne Fish, químico del Servicio de Investigación Agrícola de Lane (Oklahoma), ha destacado que una quinta parte de las cosechas de sandías no se comercializan por tener formas poco atractivas para la venta, pero en vez de recogerlas, los agricultores lo que hacen es desecharlas.
Si bien, Fish recuerda que un campo de sandías es muy aprovechable, ya que puede llegar a emplearse la extracción de los compuestos antioxidantes del zumo. Y es que los fluidos azucarados restantes pueden producir etanol.
Este descubrimiento ha sido posible ya que los investigadores realizaron pruebas con varios lotes experimentales del combustible en el laboratorio y optimizaron el proceso para producir unos 87 litros de etanol a partir de fruta sin utilizar. Es más, indican que las granjas de más de 100 hectáreas pueden incluso conservar ellas mismas el etanol y utilizarlo para su propia producción.
