Wavenergy: Oleadas de energía en la costa tinerfeña

Los océanos ofrecen un enorme potencial que, canalizado a través de varias fórmulas, se puede transformar en un excelente caudal de ‘megavatios verdes’ que cubran las cada vez más importantes necesidades energéticas de las sociedades actuales.

El principal problema al que se enfrenta el correcto aprovechamiento de las características naturales marinas no resulta nuevo para la sociedad, hoy en día es inviable económicamente generar electricidad en el mar (tanto en la costa como lejos de ella) e integrarla más tarde en la red. El desarrollo de las técnicas para lograrlo se ha convertido, sin embargo, en un punto de interés especial para los países desarrollados y, en especial, para la Unión Europea.

Proyectos como Wavenergy, buscan normalizar el uso de una serie de sistemas para transformar la fuerza del mar en energía útil bajo un coste asumible por el mercado. En este caso, el programa dirige toda su atención hacia el oleaje y su colisión contra la costa con dos metas primordiales, conseguir una energía barata y aprovechar infraestructuras ya existentes, como los puertos, para que las instalaciones que se han de montar no provoquen rechazos sociales ni medioambientales.

La decisión de la Comisión Europea de proporcionar el 91% de la financiación solicitada por la Corporación Insular refleja la importancia que el órgano comunitario le otorga a este tipo de iniciativas y, en concreto, a Wavenergy. Por lo general, la UE se hace cargo del 50% del capital para que la entidad promotora y los posibles socios se hagan cargo del resto del capital presupuestado. En este caso, el montante procedente de los fondos FEDER asciende hasta alrededor de los 200.000 euros, lo que unido a los 16.500 de titularidad pública y los más de 180.000 entregados por el resto de socios compone un presupuesto cercano a los 400.000 euros.

                          

Las actividades previstas en el plan de trabajo de Wavenergy se han dividido en dos fases. La primera de ellas tiene un aire eminentemente teórico y consiste en elaborar un plan dirigido a todas aquellas regiones que quieran utilizar los recursos que ofrece el oleaje marítimo. Este documento incluirá las condiciones naturales necesarias, las ventajas de este tipo de energía, las modalidades de financiación, la metodología para definir ubicaciones y otro tipo de información relacionada. Una vez finalizado, se pondrá a disposición de todo el que se encuentre interesado y se procederá al estudio de la implantación de las instalaciones en regiones atlánticas y, en especial, en infraestructuras ya en pie como puertos, rompeolas o diques.

Por su parte, con la segunda fase llega la aplicación práctica, en un proyecto piloto, de los avances teóricos contenidos en la parte anterior. Esto tendrá lugar en el nuevo puerto de Granadilla que se construirá en los próximos años en la isla de Tenerife.

Sistema undimotriz

Hasta el momento, existen cinco modalidades relativamente avanzadas para transformar el poderío oceánico en electricidad. El hecho de que Wavenergy se haya centrado con mayor atención en uno de ellos no significa que algunas de sus conclusiones o resultados no se puedan aplicar en partes concretas del resto de fórmulas. En este caso, la propuesta que se remitió a Europa para su aprobación apuesta por la colaboración de las olas para alcanzar el objetivo final.

El oleaje puede calificarse como un derivado terciario de la influencia solar sobre el planeta. Es decir, el astro calienta la atmósfera de manera heterogénea, esta desigualdad en las temperaturas provoca que creen ráfagas de viento que, a su vez, golpean el agua y levantan las ondas. Una de las características principales de estas olas es que, independientemente de que nazcan a cientos o incluso a miles de kilómetros de la costa, su viaje hasta el continente se lleva a cabo sin sacrificar apenas energía, es decir, la mayoría de la fuerza con la que cuentan durante el trayecto se concentra tarde o temprano en la costa. Allí, mecanismos armónicos que respondan al movimiento podrán hacer su trabajo sin el coste añadido que requiere todo equipo en zonas de gran profundidad.

Según los estudios que se han realizado hasta ahora, el flujo total y máximo de energía undimotriz en Europa equivale a 1.000 teravatios hora anuales (TWh). Diversos aspectos medioambientales, sociales o técnicos impiden aprovechar buena parte de este potencial. Por ejemplo, un oleaje muy violento no permitirá producir electricidad ya que los aparatos no serían capaces de aguantarlo. Aun así, aunque la cifra no es válida, si que da idea de la magnitud. Esta cantidad se reparte en los siguientes porcentajes:

Costa noroeste: 75%

 Costa del Mar de Norte: 1,5%

 Costa del Mediterráneo: 23,5%

En cuanto a las tecnologías susceptibles de convertir este movimiento en energía, el ITER (Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Tenerife), advierte de que en la actualidad se han patentado unos 1.000 GEOs (generadores energéticos de olas), aunque construidos la mayoría en torno a cinco principios básicos:

Columna oscilante de agua: el agua oscila dentro de una columna semisumergida y provoca cambios de presión en el aire del interior.

 Sistemas totalizadores: flotantes o fijos a la orilla, atrapan el agua que sube hasta una especie de presa. Al caer, acciona una turbina.

 Sistemas basculantes: en superficie o debajo, funciona gracias al balanceo transmitido por el mar.

 Sistemas hidráulicos: varios flotadores conectados entre sí consiguen, gracias a su movimiento relativo, bombear aceite a alta presión hacia motores hidráulicos.

 Sistemas de bombeo: aprovechan el recorrido vertical de las partículas de agua. Genera la electricidad un sistema de bombeo mediante un flotador de manguera elástica.

Ventajas

Las ventajas que se derivan de la instalación de un sistema undimotriz varían en función de los tipos de equipos que se pongan en funcionamiento y de sus dimensiones pero, en general, una de las más interesantes es la creación de zonas de calma, lo que representa un ahorro para los ayuntamientos, ya que ralentiza la erosión de las playas, y un impulso a la acuicultura, se pueden fijar las jaulas más lejos de la costa sin que choquen con el sector turístico. Asimismo, sus efectos también se rentabilizan en cuanto al autoabastecimiento energético de ciertas zonas del puerto y los barcos atracados. Por último, su puesta en marcha puede elevar el valor añadido de diques y muelles y, además, repercutir en el aumento de los ingresos económicos del enclave, gracias a la venta de electricidad a la red.

Más información:
www.wavenergy.es