Las 600 plantas fotovoltaicas en Andalucía traen el conflicto entre desarrollo y ecologismo

La eficiencia energética un objetivo de VK Energy. La energía fotovoltaica puede suponer un ahorro de entre un 30 y un 40 por ciento en la factura eléctrica.

La comunidad científica advierte de los riesgos y los empresarios del sector defienden su implantación.

Los proyectos de creación de 600 plantas fotovoltaicos en Andalucía han reavivado el conflicto entre desarrollo y ecologismo. Mientras ayuntamientos y asociaciones energéticas y ambientales expresan su rechazo por su impacto, la comunidad científica ha advertido de los riesgos; y los empresarios del sector por su parte defienden la implantación.

Moratorias para las 600 plantas fotovoltaicas

Tanto en la provincia de Málaga como en la de Cádiz se han alzado voces contrarias a estos parques; y la asociación “Alianza Energía y Territorio” (ALIENTE) ha solicitado a la Junta de Andalucía moratorias para los proyectos malagueños. Cuentan con el apoyo de alcaldes de municipios como Álora, Coín o Alozaina, petición que también efectuó la Diputación de Málaga.

Por parte de la organización “Valle Natural Río Grande” se solicita una moratoria para que se pueda estudiar el impacto que tienen en el territorio.

En este sentido, el catedrático de Biología de la Universidad de Málaga (UMA) y experto en biodiversidad, Raimundo Real, señala el “viejo conflicto”; entre la necesidad de desarrollo económico y energético y la urgencia de armonizarla con la naturaleza, de la que dependemos”.

Para él, la cuestión es cómo conseguir generar esa electricidad sin eliminar a especies que son vulnerables; ya que estos mega-parques se suelen construir en zonas llanas donde habitan aves esteparias como son los sisones, aguiluchos cenizos, ganga común y ganga ortega.

Muchas ya han quedado relegadas a unas pocas zonas en las que dependen también de los cultivos humanos.

Impacto y destrucción de hábitats

El catedrático de la UMA ha señalado que las plantas fotovoltaicas tienen un impacto en la naturaleza a nivel de paisaje; además de la destrucción del hábitat del que depende la fauna y flora local.

Por ello, la universidad ha presentado proyectos a la Junta para elaborar modelos sobre base científica; y así averiguar cuáles son las ubicaciones más favorables para la construcción de las 600 plantas fotovoltaicas de forma que hagan el menor daño posible a la biodiversidad.

Por otro lado, ha insistido en que es una inversión muy importante para Andalucía; por lo que es “lógico” que el gobierno autonómico quiera que estos proyectos se desarrollen; pero matiza que no se puede ir contra la naturaleza y mucho menos en una industria que viene junto al eslogan de sostenibilidad.

El director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), José Donoso, señalado que los proyectos son evaluados por técnicos ambientales del Ejecutivo andaluz; y la Secretaría de Estado de Medio Ambiente.

Respecto a las moratorias cree que no son necesarias porque hay una regulación y todos los proyectos tienen que presentar una declaración de impacto ambiental singular; pero también acumulativa y tienen que ver el efecto que tienen todas las plantas que se quieren hacer en la zona, comenta.

Donoso ha hecho mención a la generación de puestos de trabajo que traen estas plantas en el proceso de construcción; y ha señalado que el consumo de agua de las instalaciones se ha “sobredimensionado” porque realmente no son intensivas.

 

Fuente: EFEverde