El diseño ecológico y el etiquetado energético de la UE mejoran la eficiencia energética

Hoy, 5 de marzo, es el Día Mundial de la Eficiencia Energética

Las etiquetas energéticas indican la clasificación de un electrodoméstico en una escala de la A a la G según su consumo de energía. Los productos que no cumplan estos requisitos no se pueden vender en la UE.

Según un nuevo informe del Tribunal de Cuentas Europeo, las medidas de la UE sobre el diseño ecológico; y el etiquetado energético han contribuido a mejorar la eficiencia energética. Sin embargo, se produjeron retrasos considerables en el proceso reglamentario y existía el riesgo de que se sobrestimara el impacto de la política. Además, el incumplimiento del reglamento por parte de fabricantes y minoristas es todavía un problema significativo.

En el contexto de su lucha contra el cambio climático, la UE se ha comprometido a mejorar su eficiencia energética en un 20 % antes de 2020; y en un 32,5 % antes de 2030. Como contribución al logro de estos objetivos, la Comisión Europea ha adoptado medidas para acentuar el carácter ecológico del diseño de productos (diseño ecológico); y de la información que se facilita al consumidor sobre consumo energético (etiquetado energético).

Los auditores confirmaron que la Comisión había recurrido a metodologías sólidas y transparentes para seleccionar los productos regulados; lo que dio lugar a que en la política de la UE se diera prioridad a más de 30 grupos de productos con mayores posibilidades de ahorro energético.

Diseño ecológico y etiquetado energético

La Comisión comunica periódicamente los resultados de su política de diseño ecológico y de etiquetado energético; pero es probable que algunos supuestos hayan sobrestimado el impacto de la política. Por ejemplo, no se tiene en cuenta el incumplimiento del reglamento ni los retrasos en la aplicación. Asimismo, en el balance del impacto del diseño ecológico no se valora la diferencia entre el consumo teórico y el consumo energético real. Por ejemplo, los frigoríficos y congeladores se prueban sin abrir las puertas y sin alimentos en su interior. Existe así un riesgo de sobrestimación de los ahorros, como advierten los auditores.

La Comisión ha financiado también diversos proyectos con el fin de reforzar la vigilancia del diseño ecológico y del etiquetado energético que han dado sus frutos. Sin embargo, no queda claro si han cambiado realmente la forma en la que los Estados miembros cumplen su deber de vigilancia del mercado. En la práctica, el número de productos probados en laboratorio aún es relativamente pequeño. En general, la Comisión ha estimado recientemente que entre un 10 % y un 25 % de los productos vendidos no se ajustan al Derecho de la UE. Los auditores concluyen que el incumplimiento por los fabricantes y de los minoristas sigue siendo un problema importante.

Recomendaciones sobre diseño ecológico y etiquetado energético

Con el fin de aumentar el impacto de la política sobre diseño ecológico y etiquetado energético para el período posterior a 2020; los auditores formulan una serie de recomendaciones a la Comisión Europea que abarcan los siguientes puntos:

  • Medidas para acelerar el proceso reglamentario, por ejemplo, adoptando las medidas de ejecución cuando estén preparadas; en lugar de hacerlo cuando se complete un paquete.
  • Mejoras en el modo de medir el impacto y la comunicación de la política mejorando los supuestos; y aplicando una metodología que registre el consumo energético real de los usuarios finales.
  • Medidas para facilitar el intercambio de información entre las autoridades de vigilancia del mercado en los Estados miembros; y mejorar el cumplimiento de la política. En este apartado, debería incluirse la mejora para los Estados miembros de los instrumentos pertinentes; la difusión de buenas prácticas; y la oferta de formación previa solicitud.