La Solana de Valdebebas, desarrollo del norte de Madrid con vivienda protegida y zonas verdes

La Solana de Valdebebas, desarrollo del norte de Madrid con vivienda protegida y zonas verdes

En la Solana de Valdebebas se podrán construir 1.393 viviendas, en la zona norte de Madrid, de las que el 45 % serán protegidas . 

La Solana de Valdebebas permitirá el desarrollo de más de un millón de metros cuadrados de superficie en un terreno situado al norte de Madrid.

Se ordenarán los usos y edificaciones de forma que se integre el paisaje urbano con el medio natural en una relación respetuosa y productiva para ambos. En este caso, es la propia naturaleza del lugar la que marca el proyecto y no al revés. Se establecen 292.000 m² de zonas verdes, se preserva el Arroyo de Valdebebas y sus vaguadas, se prevé la ampliación y finalización del parque de Valdebebas; y se proyecta un nuevo trazado para la Vereda de los Toros, la antigua vía pecuaria que se amplía a los 27.000 m² de superficie.

También se recupera el antiguo ‘mirador de La Solana’, un punto elevado situado en una posición muy céntrica; que se convertirá en espacio de encuentro y cohesión social, con vegetación y árboles pensados para remarcar su valor simbólico.

Toda la intervención tiene como eje central el espacio público, nexo de relaciones sociales y culturales. Por eso, el proyecto potencia la movilidad peatonal y ciclista y se marca como objetivo facilitar el acceso al transporte público; reducir el tráfico motorizado privado en los desplazamientos internos y evitar el tráfico de paso.

Uso residencial

La Solana fue tierra de cultivo, parte de una amplia extensión de campos de labranza situados a una distancia accesible desde los núcleos de población próximos; pero hoy es un espacio de 109 hectáreas que se pretende recuperar y poner en valor con esta actuación.

En el enclave se permitirá la construcción de 1.393 viviendas, entre unifamiliares y colectivas, de las que 637 (el 45 %) serán protegidas. Al norte, en las proximidades del municipio de Alcobendas, se plantean manzanas de vivienda unifamiliar, con un máximo de tres alturas, con viarios interiores y espacios libres comunes; mientras que en el interior y al este del ámbito se proyectan manzanas con bloques de vivienda colectiva de baja densidad (cuatro plantas).

 Comercio y Dotaciones

Respecto al uso terciario comercial, su superficie edificable alcanza los 8.500 m², lo que supone el 3 % del total. La actividad comercial tendrá dos formatos: comercio de proximidad en las plantas bajas de los edificios residenciales, con mayor presencia en torno al eje central; y en dos parcelas de uso exclusivo comercial, una central para una superficie edificable de 5.000 m²; y otra, al oeste, para 3.000 m², que dará servicio al Encinar de los Reyes.

 Por otro lado, la ordenación destina 46.500 m² a redes públicas de servicios colectivos (equipamientos, servicios públicos y deportivos); sin que en esa cifra intervengan las cesiones de suelo para viario necesarias para asegurar la movilidad en el área (141.500 m² de viario local;  y 45.000 m² de vía pública principal). Esto se complementa con una reserva de 104.000 m2 de suelo para usos dotacionales privados que den servicio a los vecinos de Madrid.

Objetivos del plan de la Solana de Valdebebas

Entre los objetivos destacan:

  • Respetar la configuración topográfica y de espacios naturales preexistentes, creando un parque lineal.
  • Disponer el uso residencial de vivienda unifamiliar y colectiva de baja densidad, complementado con el uso comercial y con los usos dotacionales.
  • Fomentar la accesibilidad del ámbito, tanto peatonal como en bicicleta o en transporte público.
  • La adopción de medidas que garanticen la continuidad entre las zonas verdes del ámbito con la trama verde municipal.

El proyecto de La Solana de Valdebebas apuesta por un urbanismo innovador y se alinea con la estrategia de re-naturalización.  Con una apuesta por la inclusión de valores medioambientales en la planificación urbanística de la ciudad, con acciones orientadas a mitigar el cambio climático; y, por otro, a anticipar la adaptación del lugar a nuevas condiciones climáticas y a facilitar su respuesta ante situaciones extremas o cambios imprevistos (resiliencia).