Proyecto EMILIE: Mejorar la eficiencia energética en los edificios

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La labor por la eficiencia energética en los edificios sigue avanzando. En este sentido, instituciones como el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza, ha terminado los trabajos del proyecto EMILIE, que ha conseguido desarrollar y demostrar la viabilidad de nuevas soluciones de eficiencia energética en los edificios. Se trata de un proyecto que ha contado con un presupuesto de más de 2 millones de euros.

Las soluciones se han basado en la utilización de nuevas tecnologías como los materiales de cambio de fase, el frío solar o los colectores solares de tubos de vacío.

El proyecto se incluye en el programa de cooperación transnacional Med, financiado por la Comisión Europea para promover el desarrollo regional de la zona del Mediterráneo. Esta iniciativa a favor de la eficiencia energética en los edificios ha unido a seis centros de I+D y entidades de Francia, Croacia, Italia, Eslovenia y España. En cada uno de estos países, los respectivos socios han desarrollado una planta piloto en la que han ensayado las nuevas soluciones.

Cabe destacar que España, que ha tenido un papel muy importante en el desarrollo del proyecto, ha contado con dos de estos pilotos. El primero, a cargo de CIRCE, en Zaragoza, en el Campus Río Ebro de la Universidad. Aquí, la planta piloto de CIRCE ha permitido demostrar la eficacia de utilizar materiales de cambio de fase en ventanas, para conseguir ahorrar energía en el uso de la climatización de los edificios.

Ubicados en el interior de la ventana, estos materiales tienen la propiedad de cambiar su estado dependiendo de la temperatura exterior. Así durante el día pasan de estado sólido a líquido, absorbiendo y almacenando el calor del exterior, y así mantienen la temperatura interior. Por la noche se produce el efecto contrario, y el material cambia de líquido a sólido, cediendo el calor almacenado al interior del edificio. De este modo consiguen reducir las oscilaciones en la temperatura interior debido a las variaciones de la temperatura exterior.

El otro piloto español, en Sevilla, ha sustituido y mejorado el aislamiento del sistema de distribución en una instalación de climatización centralizada, consiguiendo ahorros del 8% anuales en consumo energético.

Por otra parte, en Francia se ha procedido a la instalación de un sistema inteligente de medición y monitorización del consumo de energía en una residencia de estudiantes, que permite a los estudiantes conocer su consumo energético instantáneo, bien con los monitores ubicados en el edifico o bien a través de sus móviles y tablets, y tomar las acciones necesarias para reducirlos.

En el caso de Eslovenia e Italia han optado por instalar sistemas de frío solar, que utilizan colectores solares de alto rendimiento, como son los de tubos de vacío, para producir frío utilizando la radiación solar. Este sistema permite así reducir el consumo de energía en los sistemas de refrigeración y aire acondicionado.