Tras un año de andadura, la Asociación Española de Biogás (Aebig)mantiene su intención de dar un fuerte impulso al biogás de digestor y conseguir que se pongan en marcha medidas eficaces para que la apertura de este tipo de plantas, que contribuyen a la protección del medio ambiente y servirían además para potenciar el desarrollo económico y agrícola de forma sostenible.
La Asociación Española de Biogás (Aebig) ha presentado en Madrid un detallado informe titulado “el futuro del biogás en España”, que ha sido entregado a los ministerios de Industria, Turismo y Comercio y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Aebig destaca que se trata de “una energía renovable por desarrollar en España”, motivo por el que piden el apoyo administrativo necesario para su verdadero impulso.
En este momento existen cinco plantas en nuestro país, un escenario que creen que puede cambiar enormemente si se reconoce su sitio por parte de la administración y se toman medidas de fomento. Por este motivo, Aebig solicita que se considere “una verdadera fuente de energía renovable en el PER 2011-2020”.
“Hoy sabemos que el potencial de generación de energía eléctrica del biogás de digestor en España se eleva a la nada despreciable cantidad de 5,2 millones de MW/h, si se empleasen los residuos agrícolas y ganaderos accesibles y disponibles en el país”, se destaca en la presentación, citando como fuente a “PSE Probiogás”, de AINA 2009. A lo que habría que añadir las posibilidades de generación de energía térmica, equivalente a la ya reflejada para la energía eléctrica.
Como recordaban los miembros de Aebig, “la producción de electricidad y calor a partir del biogás podrá contribuir significativamente al objetivo de que a partir del año 2020, el 20% de la energía consumida en la UE proceda de fuentes renovables. El gran potencial que tiene y sus ventajas medioambientales vienen avaladas en las propias Directivas europeas (2009/28/CE de 23 de abril del Parlamento Europeo). Pero para que “despegue” en España hace falta una serie de medidas como modifiquen las tarifas al alza y por tramos y flexibilizar los criterios de conexión a la red y de producción en cogeneración. Es decir, acabar con las “barreras” que ellos han identificado en este estudio.
En el informe se indica que las tarifas reguladas en la actual legislación “no son progresivas ni acumulativas”, algo que debe modificarse.Otra barrera a la expansión del sector, según la Asociación, es la insuficiente remuneración, que limita la rentabilidad de las plantas al 6 o el 7 por ciento, así como la falta de progresividad en las tarifas.
La generación eléctrica con biogás de digestor está remunerada en la actualidad con 0,14 céntimos de euros por kilovatio/hora (kw/h) de producción para las plantas de hasta 500 kw de potencia instalada, y 0,10 céntimos para las de mayor dimensión. AEBIG asegura que, debido a la falta de progresividad, se produce la «paradoja» de que una planta que genera más energía, y que requiere mayor inversión, produce menos ingresos que una de menor potencia. El sector reclama una rentabilidad de en torno al 12 por ciento, para lo que sería necesario establecer unas tarifas de entre 24 y 11 céntimos por kw/h, progresivas para plantas desde menos de 150 kw a las de más de 2.000.
Además, pide que las tarifas estén garantizadas durante veinte años, periodo medio de vida útil de este tipo de instalaciones. Junto a la insuficiente remuneración, AEBIG afirma que otra de las grandes barreras para el desarrollo de las plantas de biogás de digestor es la dificultad que encuentran para conectarse a las redes de distribución eléctrica. Por ello, la Asociación considera «urgente y vital» que se regule este aspecto de acuerdo a la Directiva europea sobre acceso a las redes, de modo que se obligue a los operadores de los sistemas de transporte y distribución a hacer públicas las normas y el reparto de los costes de adaptación técnica y conexión a la red de los nuevos productores eléctricos con fuentes renovables.
Para paliar la actual dispersión de competencias entre diferentes administraciones, AEBIG solicita la creación de comisiones interministeriales e «interconsejerías» que representen un interlocutor único en las administraciones central y autonómicas. Desde la industria del biogás se pide un mayor apoyo financiero público, con programas nacionales o europeos que respalden los proyectos e instalaciones más innovadores y eficientes, así como actividades de I+D+i.
Una solicitud es la reducción de las distancias mínimas que deben guardar las plantas de biogás respecto a los núcleos urbanos -actualmente de uno o dos kilómetros, en función de la Comunidad-, al considerar el sector que, al no producirse malos olores en su actividad, esta medida carece de justificación.
Más información:
www.aebig.org