La compañía Schindler ha instalado en la ciudad de Barcelona el primer ascensor que funciona con energía solar del mundo. Permite un ahorro del 50% de la energía consumida, gracias a la instalación de placas fotovoltaicas para el suministro eléctrico.
Esta innovadora combinación de energía fotovoltaica en los edificios son el “punto de partida” de los futuros ascensores, que serán movidos con el impulso de la erigía renovable, según apunta el director de negocios de Europa-Sur de Schindler, Alain Garrigue. Además, como tiene la posibilidad de operar de forma autónoma a la red eléctrica, quedaría exento de las consecuencias de un apagón en el bloque.
«Se trata del punto de partida para los ascensores movidos por energías renovables», afirma Alain Garrigue, director de negocios de Europa-Sur de Schindler. En función de la disponibilidad de la fuente de alimentación, el ascensor puede llegar a operar de forma autónoma respecto a la red eléctrica. No se vería afectado por los apagones. Una característica especialmente útil en los mercados que experimentan frecuentes cortes de energía, como los países emergentes. Según la compañía, «se reduce al mínimo la posibilidad de que los pasajeros se queden atrapados en el ascensor».
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