En un momento de incertidumbre macroeconómica en el que las prioridades se centran en la reducción del déficit de las administraciones publicas, invertir en la rehabilitación energética puede contribuir a recuperar la consolidación fiscal.
Así se desprende de un estudio presentado por el Centro de Investigación de Jülich presentado a finales de 2011, que afirma que por cada euro invertido por el gobierno alemán en medidas de mejora de la eficiencia energética de edificios en 2010, se obtuvieron 5 euros mediante el efecto combinado de impuestos recaudados y de ahorros en el pago de prestaciones por desempleo.
Estas cifras se desprenden del estudio presentado a finales de 2011 y promovido por el banco de desarrollo alemán KfW, en relación al efecto en las arcas públicas de los créditos y ayudas concedidos en el año 2010 para mejorar la eficiencia energética en edificios.
Ahondando más en los pormenores que permiten extraer esta conclusión, el estudio expone que el gobierno alemán, a través del Ministerio Federal de Transportes, Obras Públicas y Urbanismo y del programa «CO2 Building Rehabilitation», concedió en el año 2010 préstamos a bajo interés o fondos para rehabilitar o construir viviendas energéticamente eficientes, por valor de 1.4 billones de euros.
Gracias a esta inversión recuperó 5.4 billones derivados de los impuestos abonados por empresas y trabajadores y ahorró 1.8 billones en costes asociados al desempleo, generando o manteniendo un total de 340.000 empleos.
La rentabilidad de esta inversión desde el punto de vista de la recaudación pública, sumada a las posibilidad que ofrece para dinamizar la economía y para la creación de puestos de trabajo, reducir la dependencia energética de fuentes de energía provenientes del petróleo (cuyo precio se espera que siga aumentando) y para evitar o disminuir el porcentaje de población europea que sufre o está en riesgo de padecer pobreza energética, convierten a la rehabilitación del parque de viviendas europeo en una prioridad beneficiosa en todos los sentidos.
En esta línea trabaja el programa ‘Renovate Europe’ que promueve el grupo EuroAce (European Alliance of Companies for Energy Efficiency in Buildings) y que pretende que la esperada nueva Directiva europea sobre Eficiencia Energética obligue formalmente a renovar anualmente, de aquí a 2050, un 3% de los edificios europeos. El objetivo; lograr una reducción de la demanda energética del 80% de aquí a 2050, partiendo del año 2005 como base de dicho cálculo.
El estudio realizado por el banco alemán KfW no es el único documento que avala los impactos positivos sobre las arcas del Estado de la inversión en eficiencia energética. En 2011 ha sido también publicado otro estudio – ‘Opportunities of large scale energy efficiency programs in Hungary. Potential funding-Possible impacts – que analizaba el impacto de estas inversiones en Hungría, diseñando un programa de intervención para 5 años que debería prolongarse otros 20 años más.
De las conclusiones del mismo se extrae que el impacto anual previsto sobre la recaudación del Estado arroja un balance positivo en 24 de los 25 años considerados, con un excedente acumulado al final del periodo de 16 millones de euros de euros.
La rehabilitación en España
En el caso español existen ayudas a nivel local y autonómico que subvencionan parcialmente las actuaciones de mejora de la eficiencia energética de los edificios, como es el caso, entre otros, de los planes renove de ventanas o de fachadas, que tramitan las comunidades autónomas, o las ayudas directas a la rehabilitación de edificios, que conceden generalmente las entidades locales.
También el Estado ha abierto a través de las entidades bancarias líneas de financiación con condiciones más ventajosas para particulares y comunidades de propietarios, como los préstamos ICO-vivienda para la rehabilitación.
Por lo general, estas ayudas, préstamos y demás beneficios tienen muy buena acogida y agotan los fondos previstos en un corto período de tiempo desde el comienzo del plazo de presentación de solicitudes. En cualquier caso en España, el peso de la rehabilitación en el sector de la edificación-construcción, que ronda el 25%, aún se encuentra muy por debajo de la media europea, donde supone entre un 40-45% de la actividad.
Como los resultados de estos estudios indican, incentivar la rehabilitación energética de edificios y buscar las mejores fórmulas para impulsarla se presenta como una fórmula de consolidación fiscal en un período de incertidumbre económica y de escasez de recursos, tanto en las administraciones públicas como en los hogares.
En este sentido, el pasado 9 de febrero la ministra de Fomento anunció que centrará sus líneas clave de actuación en el alquiler y la rehabilitación y que elaborará un nuevo Plan de Vivienda, Alquiler y Rehabilitación y que modificará el Código Técnico de la Edificación y actualizará la Ley de Ordenación de la Edificación.
A la larga, los estudios lo demuestran, sale rentable desde el punto de vista de la recaudación del Estado, genera empleo y sobre todo, beneficia, directa e indirectamente, a los ciudadanos.
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