La Encantada solo está a falta de obtener las autorizaciones administrativas previas y las autorizaciones administrativas de construcción.
La Encantada será la primera planta fotovoltaica de Capital Energy en Cuenca. La compañía ha dado un paso relevante de cara a afianzar la puesta en marcha de su proyecto de energías limpias en Castilla-La Mancha.
La Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible de Cuenca ha concedido la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a La Encantada, que se construirá en el término municipal de la capital conquense. Tras superar este importante hito administrativo, el proyecto encara el tramo final, ya que solo está a falta de obtener la autorización administrativa previa; y la autorización administrativa de construcción, que habilitará a la empresa para solicitar la licencia de obras e instalación.
La Encantada, que dispondrá de una capacidad de 8 megavatios (MW), producirá anualmente 16.000 megavatios hora (MWh) de electricidad limpia; suficientes como para satisfacer la demanda energética de más de 6.000 hogares castellanomanchegos. También evitará cada año la emisión de unas 6.000 toneladas de CO2.
La construcción de esta planta fotovoltaica supondrá una inversión de 6 millones de euros; y favorecerá la creación de más de 20 puestos de trabajo directos durante los periodos punta de las obras. Por otro lado, cada año y a lo largo de su vida útil, La Encantada tendrá una contribución fiscal a las arcas locales superior a los 20.000 euros; y aportará al PIB más de 150.000 euros. A esta cuantía recurrente se sumará el pago puntual del ICIO y otras tasas, que se situará por encima de los 250.000 euros.
Una apuesta sólida por Castilla-La Mancha
Castilla-La Mancha es una región importante en el desarrollo del ambicioso proyecto de energías limpias de Capital Energy. No en vano, el grupo desarrolla 865 MW, tanto eólicos (288 MW) como fotovoltaicos (577 MW), en esta comunidad, que cuenta con un recurso renovable de gran calidad.
La construcción de esta cartera, compuesta por 11 proyectos -cinco eólicos y seis solares-, movilizaría una inversión total de más de 600 millones de euros; e implicaría la creación de unos 2.215 puestos de trabajo directos, una aportación fiscal de más de 12M€ y una contribución al PIB de aproximadamente 165M€.
Durante la operación y mantenimiento de estas instalaciones, la compañía daría empleo permanente y de calidad a unos 75 profesionales castellanomanchegos; y generaría un impacto económico anual, por medio de impuestos locales y regionales, de más de 2,6 millones de euros. También aportaría al PIB, cada año, aproximadamente 20 millones de euros.
La puesta en marcha de toda esta capacidad renovable generaría, asimismo, un incuestionable valor medioambiental para Castilla-La Mancha. No en vano, Capital Energy sería capaz de producir, cada año, casi 2.000 gigavatios hora (GWh) de electricidad limpia, equivalentes al consumo energético de más de 770.000 hogares; y evitaría la emisión a la atmósfera de más de 730.000 toneladas de CO2.
Las ubicaciones de dichas instalaciones, en tres de las cinco provincias castellanomanchegas -Albacete, Cuenca y Guadalajara-, se han seleccionado tras hacer un análisis multicriterio de todas las variables implicadas -ambientales, técnicas, urbanísticas, patrimoniales, sociales…; y después de realizar una amplia revisión bibliográfica de toda la legislación y normativa vigente.
Estas cifras demuestran que Capital Energy quiere convertirse en un motor del desarrollo social y económico de Castilla-La Mancha. Se trata de conciliar dos objetivos: el de contribuir a la descarbonización de la economía, a través de la implantación de las energías renovables; y el de fomentar el crecimiento económico y social de la comunidad.
Proyecto Territorios
En línea con esta visión, la empresa ha creado el Proyecto Territorios, una iniciativa diferencial que combina su compromiso con la transformación del modelo energético; y su deseo de impulsar el desarrollo de los territorios en los que opera; y que ya está acercando a los municipios involucrados en el desarrollo de sus instalaciones en la región. Para ello, se compromete a poner en marcha actuaciones consensuadas con los grupos locales de interés que se enmarcarán en unas líneas de actuación concretas; entre las que se encuentran la mejora de infraestructuras y servicios, conectividad y digitalización, protección del patrimonio artístico y cultural, educación, salud e integración sociolaboral.
La empresa cuenta con una oficina en Albacete en la que trabajan 20 empleados castellanomanchegos; y desde la que se aborda el crecimiento de su proyecto de energías limpias en la región; también apuesta por el desarrollo de nuevas tecnologías de almacenamiento y por el hidrógeno verde.