Portugal: el pequeño gran productor de pellets y calderas

Biomasa-KWB

Portugal, un pequeño país con tan sólo 10,5 millones de habitantes, es un gigante de la producción de pellets. Cada año pone en el mercado 850.000 toneladas desde las 16 plantas en funcionamiento, 700.000 t/año de las cuales se exportan para usos industriales, incluyendo 100.000 t/año que llegan a España. Aún así, el consumo nacional es bastante modesto, de tan sólo 150.000 t/año.

1 millón de toneladas al año
João Baetas, director general de
Visabeira Global SGPS y presidente de la Asociación Portuguesa del Pellet (ANPEB), asegura que “hasta el año pasado nos habíamos especializado en la exportación por barco a cliente industrial, si bien en la última campaña hemos visto cómo buena parte de la producción se ha acabado dirigiendo a clientes térmicos en España e Italia”. Según Marcos García, director de la planta Nicepellet –fabricante de 25.000 t/año-, el mercado de exportación va a más y la demanda existente es mayor que la oferta: “tanto el industrial como el doméstico son mercados que van al alza y la tendencia en los próximos años indica que continuará el crecimiento”.

El reto de la materia prima
Para Baetas, el principal obstáculo para un desarrollo continuo del mercado son los lobbies de los combustibles fósiles, pero también la disponibilidad de materia prima. Según García, el principal reto es la evolución de la materia prima, que puede ocasionar problemas en los ciclos de fabricación del producto final. Nuno Matos Sequeira, CEO de Solzaima, primer fabricante de calderas y estufas de biomasa en Portugal con una cuota de mercado del 30%, destaca la gran cantidad de biomasas mediterráneas disponibles que podrían convertirse en biocombustibles.

Crecimiento de la demanda
Desde Albicalor, fabricante de chimeneas, estufas y calderas de pellets, Carla Martins asegura que el mercado en Portugal aumenta cada año: “esperamos crecer en ventas un 20% durante 2014”.

Para Matos Sequeira el mercado de la biomasa en toda la Península Ibérica aún debe evolucionar mucho porque “mientras que en Francia la penetración en la población de soluciones de calefacción con biomasa es de cerca del 15%, en Portugal y España no supera el 6%”.

No incentivos, sí comunicación
“La energía renovable, en especial la calefacción por biomasa, no necesita de incentivos”, asegura Matos Sequeira. El gran reto es que los usuarios finales entiendan lo que es la calefacción por biomasa y sus ventajas para el ahorro energético en su casa y en su país. “El estado debería publicitar más los beneficios de la biomasa para los ciudadanos y para el país; de esta forma no serían necesarios otros incentivos”, afirma tajantemente el director ejecutivo de Solzaima.

Fuente: Bioenergy International edición en español