El reciclaje químico es una alternativa de gestión para alargar la cadena de valor de los bioplásticos tras su uso; transformándolos en productos de utilidad para el sector textil, detergentes, pinturas, químico o construcción.
La industria del packaging afronta la necesidad de reducir su dependencia de materias primas fósiles; sustituyéndolas por materiales reciclados o bio-basados, procedentes de materias primas renovables y naturales, principalmente de origen vegetal. Según datos de la European bioplastics, los bioplásticos representan aproximadamente el 0.5% de las más de 400 millones de toneladas de plástico anuales. Y se espera que la capacidad de producción global de estos productos aumente significativamente, pasando de alrededor de 2.18 millones de toneladas en 2023; a aproximadamente 7.43 millones de toneladas en 2028.
Los bioplásticos suponen una oportunidad para aumentar la circularidad; y la sostenibilidad en la industria debido a que ofrecen alternativas similares a los plásticos convencionales obtenidos a partir de fuentes fósiles (PE, PET, PVC…); y sus correspondientes aplicaciones.
El impacto que generan en el medio ambiente es mucho menor debido a que provienen de fuentes renovables, como biomasa o cultivos específicos; lo que reduce la dependencia de recursos no renovables y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de su ciclo de vida. Sin embargo, la viabilidad de la producción a gran escala de los biopolímeros conlleva superar retos tecnológicos como la capacidad de producción, rendimientos; costos o la selección de materias primas.
Valorización de residuos biodegradables en nuevos productos de utilidad para la industria
En el marco del proyecto Revaloriza II, AINIA ha investigado el reciclaje químico para la valorización de envases plásticos biodegradables, como alternativa al compostaje industrial; donde se pierde gran parte de la cadena de valor de los biopolímeros. En concreto, se ha trabajado con diferentes bioplásticos disponibles en el mercado; y se han desarrollado procesos específicos para descontaminar estos envases antes del reciclaje, permitiendo un tratamiento eficaz y mejorando la viabilidad del reciclaje en situaciones reales. Asimismo, se ha estudiado la viabilidad técnico-económica para el escalado industrial del proceso de reciclaje químico (solvólisis); y se han obtenido nuevos polímeros biobasados reciclados, a partir de los productos resultantes.
Estos biopolímeros, no solo presentan propiedades avanzadas para nuevos plásticos; sino que también abren puertas a aplicaciones innovadoras como microcápsulas biodegradables, disolventes verdes y recubrimientos antimicrobianos para papel y cartón.
Este proyecto es un paso importante hacia la transición a una economía circular; y al cumplimiento de los objetivos de emisiones cero para 2050, especialmente en la industria del packaging en Europa.
Una oportunidad viable y sostenible para los bioplásticos
Los bioplásticos se integran en prácticas sostenibles y circulares para abordar desafíos como la transición hacia una economía verde, la seguridad alimentaria y la salud. El empleo de la química sostenible en su producción representa una oportunidad innovadora para facilitar la economía de escala; apoyando procesos biotecnológicos como la fermentación y la biocatálisis.
Esta estrategia no solo responde a las demandas actuales de consumo responsable y eficiencia energética; sino que también abre nuevas posibilidades para la investigación y la innovación en la industria, contribuyendo así al desarrollo sostenible a largo plazo.
Este proyecto cuenta con el apoyo de la Conselleria d’Innovació, Indústria, Comerç i Turisme de la Generalitat Valenciana, a través del IVACE; y está financiado por la Unión Europea, a través del Programa FEDER Comunitat Valenciana 2021-2027.