Los más de 7.000 bienes de patrimonio cultural hacen de Uzbekistán un destino imprescindible para todos los amantes de la arquitectura y la historia.
Uzbekistán es una nación de belleza inigualable ubicado en el corazón de Asia Central. Destaca no solo por su historia y su cultura sino también por su impresionante arquitectura que parece construida a prueba del paso del tiempo. Con una rica herencia arquitectónica que abarca siglos, Uzbekistán cuenta con más de 7.000 bienes de patrimonio cultural, muchos de los cuales se encuentran en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Con paisajes urbanos y rurales, Uzbekistán es más que un destino turístico, es un viaje al pasado, una bibliografía histórica de las civilizaciones pasadas que han contribuido a la formación de una arquitectura única. Este destino es un faro de influencias arquitectónicas que se remontan a milenios atrás, desde las asombrosas madrasas y mezquitas de Samarcanda hasta los minuciosos detalles de los palacios de Khiva, Uzbekistán ofrece un testimonio en primera persona de las épocas que han contribuido a su creación.
Samarcanda, “La Joya de Asia”
Esta histórica ciudad es famosa por su arquitectura islámica que data de la época de Tamerlán, conquistador y gobernante del siglo XIV. En ella se encuentra uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, la Mezquita de Bibi-Khanum. Una maravilla levantada en 1399 con una inmensa cúpula azul turquesa sostenida por enormes columnas de mármol que todo amante de la arquitectura que se precie debe visitar.
Otro hito arquitectónico a señalar en Samarcanda es el Mausoleo Gue-e-Amir, el lugar de descanso de Tamerlán. Este mausoleo brilla como un millón de estrellas en el cielo por el jade azul turquesa que decora la cúpula y la fachada hecha con mosaicos de azulejos. Todo un tributo de grandeza a la historia del imperio de Tamerlán.
Khiva, una ciudad hecha museo
Ubicado en el desierto de Karakum se encuentra Khiva, una ciudad que ofrece un viaje al pasado por su arquitectura de adobe preservada de manera ejemplar. Las murallas de la ciudad, construidas en el siglo XVIII, servían como defensa a los ciudadanos, pero hoy en día son la puerta de entrada a la historia defensiva de Khiva.
Dentro de ellas, los viajeros podrán perderse por laberintos de calles estrechas y adobe que albergan construcciones como madrasas, mezquitas y palacios, a cada cual más asombrosa.
Esta muralla de dos kilómetros de longitud y hasta ocho metros de alto, en algunos puntos, se levantó con tan solo barro cocido y ladrillo. Lo más llamativo es la forma de sus bastiones curvados que articulan todo su trazado y cuyos muros dan un aspecto inconfundible de seguridad. Tal es su importancia que fue catalogada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
Bukhara, la ciudad de las mil cúpulas
Situado en el corazón de Uzbekistán, esta ciudad es conocida dentro del turismo arquitectónico por la gran cantidad de minaretes que dibujan su horizonte. La que fue capital en el pasado, vio florecer su brillantez arquitectónica en la Edad Media, concretamente a partir del S.X, y muchas de sus esculturas se han conservado intactas hasta nuestros días.
Actualmente, en el territorio de Bukhara, pueden visitarse más de 140 monumentos de diferentes épocas ya que se han conservado barrios e incluso zonas enteras erigidas hace más de un siglo. Pero, sin duda, algunas localizaciones claves que deben visitarse para descubrir al máximo la belleza de esta ciudad es el Complejo Arquitectónico Poi-Kalon (reconocido por la Organización de Cooperación de Shanghai como el «Octavo Milagro») o Magoki Attori, la mezquita más antigua de la ciudad.
Cada rincón de esta nación cuenta una historia de tiempos pasados que vieron construir lo que Uzbekistán es hoy en día, un destino auténtico con un profundo respeto por la tradición. En cada zona de este país los viajeros encontrarán no solo arquitectura, si no una puerta abierta a la historia, la cultura y el espíritu del pueblo uzbeko.