Hijos de Rivera, gracias a su programa Impacta, culminará este año la formación al 100% de su plantilla en impacto positivo.
El éxito y los resultados de una empresa dependen de las decisiones de sus dirigentes; pero también –y sobre todo– del trabajo diario de su plantilla. En medio de la revolución de nuevos modelos de trabajo, hay una constante que permanece: la necesidad de implementar planes para impulsar el talento interno; y fomentar el aprendizaje a lo largo de la vida.
Debido a la gran cantidad de tiempo que invertimos en nuestro lugar de trabajo, las empresas son un agente imprescindible para impulsar la formación; y asegurar la resiliencia de las plantillas a nivel personal y profesional. De hecho, este 2023 es el Año Europeo de las Competencias, propuesto así por la Comisión Europea, con el objetivo de impulsar el reciclaje y el perfeccionamiento profesional.
En este contexto, la formación de las plantillas ayuda a aumentar el conocimiento técnico, las competencias y responsabilidades profesionales; y también el orgullo de pertenencia a la compañía.
Dentro de su análisis y trabajos para fomentar el talento; y mejorar las competencias de sus empleados, desde Hijos de Rivera se han definido cinco tendencias clave a la hora de diseñar las formaciones laborales.
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Formación transversal:
Compartir conocimiento ayuda a multiplicar el talento de los empleados, diversificar sus actividades e involucrarles más en el proyecto común de la compañía. Por eso, la tendencia actual se dirige a formar a toda la plantilla en lugar de centrarse solamente en determinados empleados con competencias estratégicas.
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Fomentar la cultura de la innovación:
Promover la creatividad y la implicación de cada uno de los empleados en la generación de nuevas ideas; y formas de hacer las cosas es imprescindible para crear una cultura de la innovación dentro y fuera de la compañía. Esta actitud va más allá de simplemente cumplir unas tareas marcadas, ya que se centra en involucrar a todos los empleados en la búsqueda de nuevas oportunidades para la compañía.
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Formación bidireccional:
Se trata de una tendencia que busca romper con los silos establecidos en muchas compañías, en las que la formación se realiza de manera invariablemente vertical; de los puestos más altos hacia los más bajos. Según estos nuevos principios, los empleados tienen la oportunidad de formar a otros miembros del equipo; reforzando la idea del mentoring –en la que cualquier empleado puede actuar como anfitrión de uno nuevo– y poniendo el foco en la escucha y el aprendizaje mutuo.
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Creación conjunta o cocreación:
Prestar atención a los procesos de escucha interna y la inteligencia y acción colectiva es clave para mejorar la realidad de la empresa; y la resiliencia de las plantillas ante los contextos complejos. La cocreación permite que la formación se adapte a las necesidades específicas de las compañías y las personas que la forman, estableciendo un proceso más participativo; y eficaz porque, al participar en el proceso, los trabajadores se muestran más conscientes e implicados con el producto final.
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El impacto positivo en el centro:
Si la sostenibilidad y el impacto positivo son un reto común, la formación en este campo, también. Debe llegar a todos los empleados para que conozcan el problema y sus soluciones, y se animen a aplicarlas mejor en sus decisiones cotidianas. En el caso de Hijos de Rivera, la compañía culminará este año la formación al 100% de su plantilla en impacto positivo gracias a Impacta; su programa de transformación cultural para compartir con sus empleados su Plan de Impacto Positivo y explicar en qué consisten las acciones planteadas por la compañía para materializarlo.
En definitiva, estas cinco tendencias están transformando la manera de entender el aprendizaje y el impulso del talento interno de las compañías. Las empresas que sean conscientes de esta realidad y acometan los cambios necesarios en sus procesos de formación verán cómo esto se traduce en una mayor implicación; y compromiso por parte de sus empleados, que podrán mejorar sus habilidades y sus capacidades a nivel profesional y personal.
En el caso de Hijos de Rivera, estas tendencias han sido fundamentales a la hora de diseñar Impacta; un programa de formación innovador para dar a conocer el Plan de Impacto Positivo a todos sus trabajadores; y reforzar su implicación, algo necesario para conseguir los objetivos comunes a la compañía y a la sociedad en su conjunto.