Europa pasa a la acción. La Comisión Europea ha aprobado su nuevo Plan de Eficiencia Energética, un elemento clave para cumplir los objetivos ambientales fijados para 2020 y reforzar su competitividad.
Ahorro, mejoras o medidores inteligentes son algunas de las medidas propuestas, que actuarán tanto en instituciones e industrias como en el ámbito doméstico.
Las medidas llegan justo después de que las autoridades comunitarias alertaran de que, sin una apuesta más decidida por la eficiencia, sólo se lograrían la mitad de los objetivos marcados en este terreno para 2020, es decir, la UE conseguiría ahorrar un 10% de energía en vez del 20% fijado por los países miembros.
Ante este dato, el comisario europeo para Energía, Günther Oettinger, dejaba claro las intenciones de este conjunto de medidas: “A pesar de los progresos, nuestras estimaciones muestras que necesitamos más acciones decisivas y coordinadas en materia de eficiencia energética. Este plan apuntala el camino para el desarrollo de políticas a largo plazo encaminadas a una economía descarbonizada y eficiente para 2050, colocando a la UE en la vanguardia de la innovación”.
El plan propone una lista de acciones:
– Los poderes públicos deben adoptar un papel ejemplarizante. Para ello, se promueve la renovación de los edificios del sector público europeo de acuerdo a criterios de eficiencia. Esta medida se traduce en objetivos vinculantes: las autoridades deberían renovar al menos el 3% de sus edificios cada año e incluir criterios de eficiencia en todos los procedimientos administrativos.
– El plan también anima a incentivar los procesos de renovación de los edificios privados de acuerdo a criterios de eficiencia y a mejorar la capacidad de ahorro energético de todo tipo de electrodomésticos. También busca incrementar la eficiencia de los sistemas de calefacción.
– El plan prevé actuaciones en el sector industrial y señala tres vías de acción: mejora de los equipamientos industriales, mayor información sobre gestión energética para pequeñas y medianas empresas, y auditorías energéticas para las más grandes.
Extensión de medidores inteligentes
Otra de las medidas que plantea el plan tiene como protagonista a los sistemas inteligentes de medición y gestión de la energía, muy útiles empresas pero sobre todo en el ámbito doméstico. El plan defiende la expansión de redes eléctricas inteligentes, que optimicen el consumo de energía, y de medidores inteligentes. Estos aparatos, similares a los actuales contadores, son capaces conocer de forma detallada el consumo, elegir la mejor tarifa, anticipar necesidades y evitar consumos superfluos, como el de la calefacción cuando no hay nadie en casa o el de la televisión en stand-by.
El plan no sólo es una declaración de intenciones. La Comisión monitorizará su implementación por los países miembros y trasladará sus acciones a propuestas legislativas, que aparecerán en los próximos meses. Analizarán los resultados en 2013 y, si no se han desarrollado adecuadamente, se trabajará para convertir en vinculantes los objetivos fijados para 2020.
Fuente: Repsol