El primer LED se diseño en 1920 por el físico ruso Oleg Vladimirovich Losev. Sin embargo, no se desarrolló industrialmente hasta la década de los 60. En 1990, sólo estaban disponibles los LEDs de color rojo, verde y amarillo, lo que limitaba su uso. Aún así, sobre todo en su versión roja, la tecnología comenzó a popularizarse en mandos a distancia, electrodomésticos o como forma para transmitir datos de un móvil a otro.
Según la compañía Trigasia “En los próximos años en Europa, vamos a asistir a la eliminación gradual de bombillas incandescentes, sustituyéndose con nuevas tecnologías de iluminación Ecológicas y de bajo consumo energético. Más de 8.000 millones de bombillas serán sustituidas”.
Trigasia, compañía española especializada en la investigación, desarrollo, fabricación e importación de productos de tecnología de iluminación LED, vaticina que en los próximos 10 años los productos de LED reemplazarán al 80% de bombillas de casquillo tradicional y a 50% de las bombillas fluorescentes en Europa.
La tecnología LED ofrece luz de alta calidad y gran rendimiento visual convirtiéndose en la más versátil y de menor consumo para la iluminación general, además de una nueva opción arquitectónica y de diseño para un mayor confort y bienestar. Y es que estamos viviendo un incremento notable de la presencia de esta tecnología, con unas estimaciones de un crecimiento anual medio que alcanza el 24% de la facturación total del sector, un mercado global, que según la firma consultora McKinsey, que es de unos 70.000 millones de euros.
Los beneficios de esta tecnología LED (acrónimo inglés de Diodos Emisores de Luz) son indiscutibles. Esta tecnología aplicada a la iluminación implica una disminución significativa de la energía utilizada, manteniendo los mismos niveles de calidad de la iluminación existente. Una de las características más llamativa de los productos LED es su durabilidad. Más de 50.000 horas de funcionamiento frente a las 10.000 horas de media de las otras tecnologías del mercado. El Índice de Reproducción Cromática IRC (capacidad que una fuente luminosa tiene para reproducir fielmente los colores), es otro factor a tener en cuenta, pues a mayor IRC la capacidad de visión del ser humano aumenta. Este índice se sitúa entre 20 y 50 en las iluminaciones habituales cuando la tecnología LED alcanza valores superiores a 80.
En cuanto a los ahorros que se generan con el uso de esta tecnología, “en la actualidad, la iluminación LED dispone de tecnología que consume un 92% menos que las bombillas incandescentes de uso doméstico común y un 82% menos que los sistemas de iluminación halógena. Sus parámetros técnicos superan a las de las tecnologías existentes, su durabilidad y prestaciones consiguen ahorros energéticos hasta ahora no posibles sin reducir los niveles de iluminación y confort necesarios. Es una tecnología consolidada y con aún mucho margen de mejora, por lo que abre un mercado actual y un campo de investigación futuro que establece un nuevo escenario en iluminación”, explica José María Gallardo, director general de Trigasia.
Por eso, en Trigasia están convencidos de que la tecnología LED constituye la iluminación de un futuro que ellos ya hacen presente, y que es una tecnología que viene para quedarse. “Necesitamos un mercado que crezca y avance liderado por fabricantes de prestigio, de calidad contrastada y con vocación de permanencia. Que ofrezcan garantías necesarias para el cambio de modelo. Tendremos que estar alerta sobre el intrusismo profesional, la actividad pirata y el oportunismo. Igual que ha ocurrido en otros sectores”, finaliza Gallardo.
En los últimos años, Trigasia ha desarrollado proyectos lumínicos con LED en entidades financieras, hoteles, laboratorios farmacéuticos, clínicas oftalmológicas, comunidades de vecinos, franquicias, restaurantes, compañías telefónicas y en todos aquellos clientes que se lo ha solicitado siendo conscientes de que el ahorro y la conservación del medioambiente pueden convivir.
Trigasia es una compañía española especializada en la investigación, desarrollo, fabricación e importación de productos de tecnología de iluminación LED de alta potencia. Por ello, y en su afán de mejorar día a día, busca las materias primas, testa y desarrolla todas las partes de la lámpara de manera individual, utilizando los más altos estándares en dichos componentes.
Trigasia cumple estrictamente la normativa europea, incluso superándola, puesto que sus productos no contienen ninguna cantidad de wolframio (como las lámparas incandescentes o halógenas), ni de mercurio (como muchas lámparas de descarga y fluorescente) y no emiten radiaciones UV ni IR.