Endesa ya está desmantelando dos de sus centrales de carbón en la península, Compostilla (León) y Andorra (Teruel). Y está a la espera de las autorizaciones administrativas para las centrales de As Pontes (Galicia) y Litoral (Almería).
El desmantelado de las centrales de carbón es un proceso pionero de descarbonización del mix energético de Endesa; en el mismo se está primando el diseño de la economía circular para los procesos de desmantelamiento de las centrales de carbón; junto con el fomento del empleo local y el desarrollo de proyectos renovables. El objetivo es seguir siendo parte de los territorios en los que históricamente la compañía ha desarrollado su actividad. Este proceso se extiende a las islas, en concreto a Baleares donde el vicepresidente y consejero de Transición Energética y Sectores Productivos, Juan Pedro Yllanes; junto a Martí Ribas, director general de Endesa en las Islas Baleares, ha visitado el proyecto de transformación energética del entorno de la Central de Alcúdia.
Esta central de carbón inició el proceso de apagado el pasado 31 de diciembre de 2019; cuando en cumplimiento de la legislación medioambiental europea vigente, se detuvieron los grupos 1 y 2 de la central; mientras que los grupos 3 y 4 entraron en régimen de operación limitado a 1.500 horas / año. A partir de mañana estos dos últimos grupos de la central de Alcúdia entrarán también en régimen de operación limitado, a 500 horas / año.
Un proyecto de futuro
La energética está trabajando en Alcúdia el proyecto de futuro de todo el entorno de la central. Un proyecto sostenible centrado en las energías renovables, el almacenamiento de energía y que incluye, también, la reconversión de los generadores de los grupos de carbón. Dichos generadores serán utilizados como compensadores síncronos para dar estabilidad al sistema eléctrico insular a medida que la penetración de energías renovables intermitentes vaya en aumento. Se trata de un proyecto innovador, que evita costes al sistema eléctrico español y que está basado en la economía circular; y cuyo objetivo es dar una nueva vida a un equipamiento que de otro modo debería ser desmontado y reciclado.
En todo este proceso de transformación Endesa ha querido dar prioridad a los trabajadores quienes han contado con un plan específico de recolocaciones; y con un el Acuerdo Voluntario de Salidas, por lo que la plantilla de la central ha pasado de 137 empleados a 68.