Energy Outlook 2022 explora las incógnitas que rodean la transición energética y se centra en tres escenarios principales: Accelerated, Net Zero y New Momentum.
El estudio se puede utilizar para identificar aspectos de la transición energética que son comunes en los principales escenarios; y por lo tanto, pueden proporcionar una guía sobre cómo puede evolucionar el sistema energético en los próximos 30 años.
Puntos clave del Energy Outlook 2022:
1 El presupuesto de carbono se está agotando:
Las emisiones de CO₂ han aumentado en todos los años desde la COP de París en 2015, excepto en 2020. Retrasar las medidas decisivas para reducir las emisiones de manera sostenible podría dar lugar a importantes costes económicos y sociales.
2 Las ambiciones gubernamentales a nivel mundial han crecido notablemente en los últimos años:
Lo que apunta a un nuevo y mayor impulso en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, existe una gran incertidumbre en cuanto al éxito de los países y las regiones en el logro de esos objetivos y promesas.
3 La estructura de la demanda de energía cambia:
Disminuye gradualmente la importancia de los combustibles fósiles, que son reemplazados por una creciente proporción de energía renovable y una creciente electrificación. La transición a un mundo bajo en carbono requiere una gama de otras fuentes de energía y tecnologías, incluido el hidrógeno bajo en carbono; la bioenergía moderna y la captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS).
4 Reestructuración fundamental de los mercados energéticos mundiales:
El cambio hacia un sistema energético con menos emisiones de carbono conduce a una reestructuración fundamental de los mercados energéticos mundiales, con una combinación energética más diversificada; mayores niveles de competencia, rentas económicas cambiantes y un mayor papel de la elección del cliente.
5 La demanda de petróleo aumenta por encima de su nivel anterior a la COVID-19 antes de volver a disminuir:
La disminución de la demanda de petróleo está impulsada por la creciente eficiencia y electrificación del transporte por carretera. Las disminuciones naturales en la producción de hidrocarburos implican que se requiere una inversión continua en nuevos flujos de petróleo; y gas durante los próximos 30 años.
6 El uso del gas natural:
El uso del gas natural está respaldado, al menos durante cierto período de tiempo, por el aumento de la demanda en las economías emergentes de rápido crecimiento; a medida que continúan industrializándose y reduciendo su dependencia del carbón. El crecimiento del gas natural licuado desempeña un papel fundamental en el aumento del acceso de los mercados emergentes al gas natural.
7 La energía eólica y solar se expanden rápidamente:
Lo que representa todo o la mayor parte del aumento de la generación eléctrica global, respaldado por las continuas caídas de sus costes; y una creciente capacidad del sistema eléctrico para integrar altas concentraciones de fuentes de energía variables. El crecimiento de la energía eólica y solar requiere un aumento sustancial del ritmo de inversión tanto en nueva capacidad como en habilitar tecnologías e infraestructuras.
8 El uso de la bioenergía moderna aumenta sustancialmente:
Proporcionando una alternativa baja en carbono a los combustibles fósiles en sectores difíciles de descarbonizar.
9 El uso de hidrógeno bajo en carbono:
El uso de hidrógeno bajo en carbono aumenta a medida que el sistema energético se va descarbonizando progresivamente, llevando energía a actividades; y procesos que son difíciles de electrificar, especialmente en la industria y el transporte. La producción de hidrógeno bajo en carbono está dominada por hidrógeno verde y azul, con el verde creciendo en importancia con el transcurso del tiempo.
10 La captura, uso y almacenamiento de carbono desempeña un papel fundamental en el apoyo a un sistema energético bajo en carbono:
Captura las emisiones de los procesos industriales, proporciona una fuente de absorción de dióxido de carbono y reduce las emisiones de los combustibles fósiles.
11 Absorciones de dióxido de carbono:
Para que el mundo logre una descarbonización profunda y rápida pueden ser necesarias distintas absorciones de dióxido de carbono, incluyendo la bioenergía combinada con la captura; y el almacenamiento de carbono, las soluciones climáticas naturales y la captura directa de aire con almacenamiento.