La Expedición Ocean Hope, de The Ocean and Us, trabaja para fomentar el apoyo mundial, lograr una moratoria en la minería de fondos marinos; y la protección de las aguas internacionales.
El océano, corazón de nuestro planeta, enfrenta las crisis del clima y de la biodiversidad así como crecientes amenazas que son la contaminación, la sobrepesca.
A día de hoy, más de dos tercios de las poblaciones de la vida silvestre en el mundo han desaparecido; y el cambio climático está alterando los ecosistemas en todas partes. El océano es uno de los más afectados, soportando el calentamiento, la acidificación y la desoxigenación. A pesar de que muchos están reduciendo el uso de plástico, el consumo de mariscos y su huella de carbono; surge una nueva amenaza: la minería en aguas profundas.
La minería en aguas profundas consiste en extraer minerales del fondo del océano; especialmente cobalto, níquel y manganeso, en nódulos polimetálicos a profundidades de entre 4,000 y 6,000 metros. Estos nódulos han tardado millones de años en formarse y no son recursos renovables. Son habitats esenciales y desempeñan un papel crucial en los ecosistemas marinos profundos.
«La prisa por explotar este entorno prístino e inexplorado corre el riesgo de crear impactos terribles que no pueden revertirse. Es fundamental que la ciencia sea nuestra guía al tomar decisiones con consecuencias ambientales tan profundas.» declaró Sir David Attenborough, pionero en conservación ambiental.
Minería en aguas profundas en Alta Mar: la urgencia de actuar
Si la minería en aguas profundas se hiciera realidad, causaría daños permanentes en los ecosistemas marinos vulnerables; y liberaría el carbono almacenado en el fondo marino, agravando los riesgos climáticos. Esta actividad podría iniciarse pronto en las aguas internacionales, que abarcan casi la mitad de la superficie terrestre; y son especialmente vulnerables debido a la falta de regulaciones aplicables.
La Expedición Ocean Hope hace un llamamiento urgente a la acción, abogando por la protección del alta mar; y una moratoria sobre la minería en aguas profundas, con el Océano Pacífico identificado como el primer sitio potencial de extracción. Afortunadamente, sabemos ahora que los metales extraídos del fondo marino ya no son necesarios. Los avances tecnológicos y la recuperación de residuos ofrecen soluciones alternativas para baterías; y hacen que la minería profunda sea inviable económicamente y ambientalmente incompatible con economías sostenibles.
Un movimiento mundial contra la minería en aguas profundas
A nivel mundial, la oposición a la minería en aguas profundas sigue creciendo. Más de 30 países, cientos de científicos y una coalición de compañías tecnológicas y automóviles piden una moratoria o la prohibición de esta industria destructiva. Instituciones financieras y casi 40 empresas, incluyendo BMW, Volvo, Google y Apple, apoyan públicamente una moratoria. Este movimiento llega en un momento crucial, mientras que la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos se prepara para negociaciones clave en 2025.
Para impulsar este cambio, The Ocean and Us está conectando comunidades en las costas del Pacífico; y más allá, ya que el Océano Pacífico es el escenario probable para la minería en aguas profundas.
La Expedición Ocean Hope, liderada por Farah Obaidullah, combina actividades de defensa y divulgación mediante eventos presenciales y virtuales; principalmente a lo largo de la costa del Pacífico en las Américas y en Europa. A través de la música, el deporte y el arte, esta expedición invita a personas de todos los orígenes a proteger el océano. Este mes, Farah estará en México, donde trabajará con comunidades locales, científicos, artistas, ONGs, universidades y empresas.
La campaña busca el apoyo de empresas, instituciones educativas y centros culturales de todo el mundo para respaldar la Declaración contra la Minería en Aguas Profundas; instando a los líderes mundiales a establecer una moratoria sobre estas actividades destructivas.