Ante el inminente Consejo Europeo del 23 y 24 de octubre sobre el Paquete de Energía y Clima para 2030, la Fundación Renovables insta al Presidente Rajoy a que apoye unos objetivos más ambiciosos y legalmente vinculantes. Ventajosos para España por su posición privilegiada para cumplirlos al igual que para captar la importante cuota de mercado tanto de eficiencia y ahorro energético como, sobre todo, de renovables que estos objetivos abrirían.
La posibilidad para Europa de cumplir con objetivos más ambiciosos, en línea con los exigidos por la Fundación Renovables, acaba de ser refrendada por un estudio muy completo del Instituto Fraunhofer ISI (1) cuyas conclusiones apuntan a que sí es posible para Europa llegar a reducir para 2030 las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero hasta un 55% gracias a un potencial real de ahorro energético del 41% y una penetración de las renovables de un 48%.
Los beneficios que aprovecharía España de unos objetivos vinculantes de estas características son evidentes en términos de cuota de mercado pero también en creación de empleo. Un reciente estudio de Greenpeace (2) ha demostrado como los beneficios económicos de un sistema fuertemente renovable, eficiente e inteligente, se extenderían a los hogares españoles con ahorros en sus facturas energéticas de hasta un 34% respecto a 2012, ahorro que no se produciría de lo contrario. Un dato relevante si se tiene en cuenta que ya el 18% de los hogares en España sufren de pobreza energética.
La Fundación Renovables ha tenido acceso al último borrador que están negociando los representantes permanentes de los gobiernos europeos en Bruselas (COREPER) y ha podido comprobar que carece de la ambición suficiente para impulsar la necesaria transformación del sector energético europeo y para que la Unión Europea pueda ejercer un papel ejemplar en las negociaciones internacionales sobre Cambio Climático.
Por ello, la Fundación Renovables exige al presidente Rajoy que intervenga al menos para mejorar sustancialmente la propuesta en varios aspectos clave:
- Elevar el objetivo de energías renovables como mínimo del 27% al 30%.
- Afianzar el objetivo del 30% de eficiencia energética.
- Hacer que el objetivo de eficiencia sea vinculante (no indicativo).
- Especificar que el objetivo de reducción de emisiones internas sea de “al menos” 40%.
- Eliminar la referencia que permite seguir otorgando derechos de emisiones gratuitos a las empresas o cambiarla por un planteamiento más concreto sobre la “fuga de emisiones”: que sean menos sectores elegibles para la asignación gratuita y que todos los derechos se subasten.
- Insertar condiciones obligatorias para el uso de la reserva que gestiona el Banco Europeo de Inversiones (EIB), de manera que esos fondos no se puedan usar para centrales térmicas de carbón.
- Asegurar que los ingresos adicionales que se obtengan en las subastas de los derechos de emisión distribuidos sólo puedan gastarse en renovables y eficiencia.
- Añadir principios útiles para el futuro sistema de gobernanza del marco 2030, tales como efectividad y rendición de cuentas.
Las citadas modificaciones serían lo mínimo que permitiría a los gobiernos europeos “salvar la cara” con el paquete 2030. No hay que olvidar la distancia que separa los puntos de partida entre la débil propuesta de la Comisión Europea y los objetivos que defiende, junto a otras muchas entidades, la Fundación Renovables.
La Fundación advierte de la importancia del carácter vinculante de los objetivos de reducción del consumo de energía final y de cuota de renovables. De hecho, todos los objetivos deberían ser explícitamente vinculantes y desglosados a su vez en objetivos vinculantes para cada Estado Miembro de la UE con el ánimo de garantizar su cumplimiento.
El actual borrador propone sustituir la asignación gratuita de emisiones al sector eléctrico de los Estados Miembros de Europa Central y Oriental (Artículo 10c de la Directiva 2003/87/CE sobre comercio de derechos de emisión de GEI), por una “reserva” gestionada por el Banco Europeo de Inversiones. Esto es una buena señal en la dirección de dejar de subvencionar a una industria altamente contaminante de modo que no se retrase su necesaria reconversión a las energías limpias. Sin embargo, las conclusiones del Consejo Europeo deberían establecer condiciones vinculantes para el uso de los fondos de la nueva reserva. En este sentido la Fundación pide que tan sólo sean usados para fomentar las energías renovables, las interconexiones eléctricas necesarias para fomentar estas últimas así como actuaciones de eficiencia energética en los sectores difusos (no incluidos en el ETS) y en ningún caso ayudas a la producción de electricidad con centrales de carbón.
Mientras el actual borrador no se plantea interrumpir la asignación gratuita de emisiones a los sectores de la lista de riesgo de fuga de emisiones (3) para después de 2020, la Fundación reitera su oposición a la asignación gratuita de permisos de emisiones, ya que varios estudios han demostrado, como el reciente realizado por Ecorys para la Comisión Europea (4) sobre este tema, que no hay evidencias de que haya riesgo de “fuga de emisiones”. Por estas razones, la Fundación Renovables pide que se aborde la “fuga de emisiones” no desde la asignación gratuita de permisos de emisiones de CO2 sino sobre la base de una subasta cuyos fondos estén obligatoriamente destinados a la innovación en materia de tecnologías sostenibles y limpias para la industria.
La Fundación Renovables, pide al Presidente Rajoy que tenga en cuenta estas recomendaciones en el Consejo Europeo de los próximos 23 y 24 de octubre en el que se decidirá la verdadera ambición de la Unión en materia de Energía y Cambio Climático. Y que lo haga desde la perspectiva de la oportunidad que estos suponen no sólo para los mercados españoles sino también para la ciuda