Las plataformas eólicas marinas de Navantia-Windar van de camino a Francia

Las plataformas eólicas marinas de Navantia-Windar van de camino a Francia

El contrato, el mayor hasta la fecha para Navantia-Windar en eólica marina, supone más de 1.000 empleos en Galicia y Asturias.

Navantia-Windar ha entregado a Iberdrola las primeras plataformas eólicas marinas (jackets) que ha procedido a su traslado al parque de Saint Brieuc, en la Bretaña. El consorcio Navantia-Windar está construyendo estas estructuras, destinadas a sustentar los aerogeneradores, en su astillero de Fene (A Coruña).

Se trata de las primeras cuatro de 62 con las que contará la instalación, que será el primer gran emplazamiento del grupo Iberdrola en Francia. El contrato para su construcción ha sido, a su vez, el mayor encargo hasta la fecha ejecutado por la asociación de Navantia y Windar en eólica marina.

Las estructuras se trasladarán en una barcaza de la empresa Van Oord de 122 metros de eslora. Se espera que lleguen a su destino en el puerto de Brest (Francia) en un plazo aproximado de tres días, dependiendo de las condiciones meteorológicas; en los que recorrerán los más de 1.500 kilómetros que separan el puerto de Ferrol de su emplazamiento en el Canal de la Mancha.

La entrega de las primeras plataformas demuestra la realización con éxito del contrato firmado hace dos años, valorado en 350 millones de euros. El encargo comprendía la fabricación y ensamblaje de las 62 estructuras en las instalaciones de Navantia-Windar en Brest y Fene; así como los pilotes que anclan los aerogeneradores al lecho marino, en las instalaciones de Windar en Avilés.

Este acuerdo ha afianzado una relación de más de ocho años entre Iberdrola y Navantia-Windar. Ambas compañías suman contratos por un valor superior a los 1.000 millones; incluyendo la adjudicación a Windar de las piezas de transición de los parques eólicos marinos de Baltic Eagle, en Alemania y Vineyard Wind 1, en Estados Unidos; así como los encargos ya culminados para Wikinger, en el mar Báltico, e East Anglia One, en el Reino Unido.

Además, esta colaboración ha contribuido a convertir a Navantia Seanergies, marca creada para impulsar las energías verdes, en un referente global en la construcción de componentes de eólica marina; y en el primer proveedor de este tipo estructuras en Francia, con uno de los mayores potenciales de desarrollo en esta industria en Europa.

Motor económico de empresas y empleo local

El proyecto da continuidad al empleo de Navantia y Windar en sus respectivas instalaciones, y supone la generación de 1.250 empleos directos en Avilés y Fene. Además, a raíz de este contrato, Navantia-Windar ha abierto una planta en Brest, Francia, donde se han fabricado los 186 stabbings; y plataformas intermedias de las piezas de transición, y la estructura de celosía para 34 de las 62 estructuras del parque, generando 250 empleos.

La construcción de Saint-Brieuc generará en Francia unos 1.500 puestos de trabajo repartidos entre diversas empresas (incluidos los 250 de la planta de Navantia-Windar Brest). Esto supone en total la creación de al menos 2.750 empleos entre ambos países.

Las plataformas de Saint-Brieuc descansan sobre tres patas. Cada una de ellas mide hasta 75 metros de alto, 25 de ancho y pesa 1.150 toneladas. Para la fijación de estas estructuras Iberdrola ha utilizado por primera vez un innovador dispositivo hidráulico denominado pile grippers que aporta una fijación adicional; y proporciona estabilidad durante la fase de instalación, que se espera que comience en los próximos meses.

2.500 millones de euros de inversión

El de Saint-Brieuc será el primer gran parque de energía eólica marina del grupo Iberdrola en Francia. Con casi 500 MW de capacidad, generará energía suficiente para satisfacer el consumo de electricidad de 835.000 personas, una vez que entre en operación en 2023.

Situado a unos 16 kilómetros de la costa, contará con una superficie de 75 kilómetros cuadrados. Su construcción supone una inversión global de cerca de 2.500 millones de euros.

Esta instalación muestra la apuesta de Iberdrola por el mercado francés, en el que se prevé invertir unos 4.000 millones hasta 2025, principalmente en proyectos renovables.

La planta será el cuarto parque eólico marino de la compañía en funcionamiento, tras West of Duddon Sands, ubicado en el mar de Irlanda; Wikinger, en el mar Báltico; e East Anglia ONE, uno de los desarrollos eólicos marinos más grandes del mundo, situado en la zona sur del mar del Norte.

La energía eólica marina es una de las claves del crecimiento de Iberdrola. Al igual que el grupo fue pionero en su apuesta por la energía eólica terrestre hace dos décadas, la compañía lidera el desarrollo de la eólica marina.