En los últimos meses, una ola de noticias innovadoras acaba llegando a nuestro conocimiento en materia de energías renovables, especialmente, en solar y fotovoltaica y eólica.
Por una parte, investigadores que han conseguido un innovador material que es capaz de almacenar energía en grandes cantidades, además, con muy pocas pérdidas. Ese descubrimiento puede tener múltiples aplicaciones, ya que es capaz de almacenar la energía hasta el momento en que realmente se necesita.
No sólo eso. Ha habido grandes progresos, como pueden ser los prototipos de aviones y barcos fotovoltaicos, carritos de helados, paraguas, pilas, etc. Un sinfín de posibilidades que nos llevan a pensar que, en un futuro más bien cercano, todo a nuestro alrededor podría aprovecharse para generar energía renovable: las olas, nuestra vestimenta, nuestros medios de transporte, etc. Incluso un edificio ecológico que usará “pelos” para generar electricidad.
También recientemente se ha inaugurado en parque eólico marino más grande del mundo y comienza a extenderse la idea de que todos, en nuestras casas o bloques de vivienda y trabajos, tenderemos a generar nuestra propia energía mediante las grandes opciones que ofrece el autoconsumo.
Y la ciencia va más allá. Incluso hay un sistema de baladosas, Pavegen, que aprovecha cada una de nuestros pasos para convertir la energía cinética en electricidad. ¿Quién da más? ¿Qué será lo próximo?