Nestlé, más de 12 M€ en medidas medioambientales en la fábrica de Cantabria

Nestlé
Nestlé invierte más de 12 millones de euros en medio ambiente en su fábrica de Cantabria

Nestlé ha invertido más de 12 millones de euros en materia medioambiental en su fábrica de La Penilla de Cayón (Cantabria) entre 2010 y 2017

Entre las principales inversiones realizadas, destaca la renovación de la turbina de la planta de cogeneración y la instalación de un calentador de aire para la torre de secado de leche, que tuvieron lugar durante el pasado año, así como la instalación de circuitos cerrados en los sistemas de refrigeración de los procesos productivos, realizados entre 2012 y 2015.

“Estas inversiones responden, una vez más, al propósito de Nestlé de mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro más saludable, a partir de preservar los recursos para generaciones futuras, y son una muestra más de nuestro compromiso con el planeta”, ha destacado Alberto López Caballero, director de la fábrica de La Penilla.

Cogeneración

Durante 2017, Nestlé invirtió más de 4 millones de euros en la planta de cogeneración de la fábrica de La Penilla. A partir del consumo de gas natural, esta instalación proporciona energía eléctrica y vapor que se utilizan en los procesos de producción. En funcionamiento desde 1993, el año pasado se llevó a cabo la renovación de la turbina que transforma el gas en electricidad.

Gracias al uso de esta planta, el 85% de la energía utilizada en La Penilla es cogenerada, por lo que este sistema permite a la fábrica autoabastecerse. Su utilización también asegura la producción permanente, sin que la planta se vea obligada a depender del suministro externo de electricidad.

Además, la planta de cogeneración ha permitido la reducción del consumo de energía de 7,84 gigajulios por tonelada, registrado en 2011, a los 7,02 gigajulios por tonelada fabricada, con el que se cerró el año pasado. Este ahorro en consumo de energía ha supuesto un descenso del 6,3% en las emisiones de kilogramos de CO2 por tonelada de producto producida.

En 2017, Nestlé también invirtió 1,3 millones de euros en la instalación de un calentador de aire en la torre de secado de leche. Este sistema, mucho más eficiente y sostenible con el medioambiente, permite calentar el aire a una temperatura adecuada durante la producción de leche en polvo.

Reducción de agua

Otro de los grandes logros en materia medioambiental conseguidos por la fábrica de La Penilla es la reducción en el uso de agua durante el proceso de producción. Para ello, Nestlé ha invertido 1,5 millones de euros en la instalación de circuitos cerrados con torres de refrigeración entre 2012 y 2015.

Mediante la implementación de estos sistemas, que sustituyen a los circuitos de refrigeración de un solo paso, la fábrica ha conseguido reducir en un 83% el uso de agua por tonelada de producto fabricada desde 2010.

Así, mientras que al inicio de la década, el consumo de agua de la fábrica cántabra era de casi 70 m3 por tonelada de producto, en 2017 esta cantidad se redujo a poco más de 11 m3 por tonelada elaborada.

De esta manera, el agua permanece en un circuito cerrado que, mediante aerorefrigeradores, permite su reutilización constante sin necesidad de utilizar el agua del río y contribuyendo a mantener el caudal ecológico del mismo.

A estas inversiones destacadas, se deben sumar otras destinadas al desarrollo de acciones preventivas de mantenimiento de las instalaciones para conseguir que la fábrica sea mucho más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.

Orígenes de la fábrica

Instalada en 1905, la fábrica de Nestlé en La Penilla fue la primera de la Compañía en España. Inicialmente dedicada a la elaboración de Harina Lacteada Nestlé y, poco después, a la de leche condensada La Lechera, en 1929 comenzó la fabricación de chocolates.

Hoy la fábrica de La Penilla es uno de los centros de producción más importantes de Nestlé España. Cuenta con una plantilla media de 900 trabajadores y se dedica a la producción de chocolates y productos de confitería, cacao soluble, harinas, cereales infantiles y leche en polvo.

Con un volumen global de fabricación de más de 92.000 toneladas en 2017, el 40% de su producción anual se exporta a Europa –a países como Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Grecia y Portugal, entre otros-, así como a países de Oriente Medio.