La Asociación de Consultoras Inmobiliarias ACI, creada a iniciativa de las cuatro principales consultoras inmobiliarias del país y de su visión del mercado a medio y largo plazo, analiza las 10 claves que contribuirán a la confirmación de la recuperación del sector inmobiliario en 2015 y servirán de pilares para los sostenibilidad de esta industria en el largo plazo. En el top ten de ideas clave destaca la sostenibilidad y la rehabilitación.
Sostenibilidad
Para ACI, varios son los factores que han puesto de manifiesto en los últimos años la necesidad de que la economía mundial evolucione hacia un desarrollo sostenible, y el mercado inmobiliario no debe ser ajeno a ello.
La Asociación, así como sus asociados, es consciente de la necesidad de adecuar, en la medida de lo posible, la forma de actuar y de entender el entorno de manera sostenible. Es por eso por lo que ACI asume un compromiso firme hacia el ciudadano, el sector y el medio ambiente.
Los inmuebles en los que vive y trabaja la sociedad española presentan un enorme potencial de mejora. Optimizar el rendimiento de los edificios existentes e intensificar el de los nuevos es una parte muy importante de cualquier estrategia que contribuya a frenar el calentamiento global. La sostenibilidad está además planteada como elemento diferenciador en el mercado actual, aportando beneficios tangibles para el planeta, la economía y la sociedad. Beneficios que se traducen directamente, además, en el valor de los inmuebles.
Rehabilitación urbana para la reactivación económica
La rehabilitación urbana ha constituido siempre un polo de reactivación económica y creación de empleo en aquellas ciudades en las que se han acometido proyectos. Algunos desarrollos surgieron originalmente como rehabilitaciones urbanas per se, pero otros, fueron resultado de albergar grandes eventos: cabe recordar casos como las olimpiadas de Londres o Barcelona, las exposiciones de Zaragoza o Sevilla, etc.
En todo este ámbito, además de la iniciativa privada, resultará de vital importancia la colaboración con las administraciones locales que, desde un punto de vista técnico, deberán trabajar los planes generales para dotarlos de la máxima flexibilidad posible, una condición indispensable para atraer inversiones a nuestras ciudades.