La biomasa es la energía renovable con mayor crecimiento en las previsiones energéticas de la UE, con un crecimiento del 210% en 20 años.
El futuro de la biomasa en Europa pasa por el uso térmico de la biomasa en cogeneración y las redes de calor y frío centralizadas, según el informe estadístico de biomasa en Europa de la Asociación Europea de la Biomasa (AEBIOM).
El último informe estadístico de AEBIOM, la Asociación Europea de la Biomasa, con fecha 1 de julio de 2011, destaca la importante aportación de la bioenergía al consumo energético en la Unión Europea (UE), que en 2010 supuso el 68,6% del total debido a fuentes de energía renovables. El informe señala también el significativo incremento que las EERR experimentado en los últimos años. La hidraúlica se ha estancado, pero solar y eólica han tenido crecimientos espectaculares partiendo de cuotas de mercado modestas, mientras que la biomasa se ha convertido en la renovable más importante de Europa.
Previsión de crecimiento del 210% en 20 años
El 48% de la demanda energética final en Europa es en forma de calor (calefacción, agua caliente sanitaria y calor para procesos industriales). El calor doméstico para viviendas es el mayor consumidor, seguido de la industria y el sector servicios.
En 2010, la bioenergía en Europa contribuyó en 82,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep) a la energía final consumida; de ellos, 58,8 Mtep (71%) fueron destinados a uso térmico. El Consejo Europeo de Energía Renovable (EREC) prevé que la biomasa aporte en 2030 entre 236 y 255 Mtep, lo que significa un aumento de hasta el 210% en su cuota actual de mercado.
La mayor parte de la biomasa necesaria para alcanzar los objetivos de 2030 provendrá de restos de aprovechamientos forestales (41%), residuos (38%) y agrícola (21%), éste último procedente de cultivos agrícolas, paja y podas.
España, un país forestal que no aprovecha su biomasa
En España, la biomasa representa el 5,21% de la energía total consumida, aportando 4,63 Mtoe sobre un total de 88,9 Mtep, muy lejos de los datos de Suecia, un país en el que el uso de la biomasa supera al del petróleo al producir el 29% de la energía total consumida en el país.
El Gobierno sueco se encuentra también cerca de su objetivo de alcanzar el 50% de abastecimiento con energías renovables en 2020. “Esta situación es el resultado del gran trabajo realizado por cientos de empresas y compañeros”, resalta Gustav Melín, presidente de la Asociación Sueca de la Bioenergía (SVEBIO) y de AEBIOM.
La comparación con Suecia puede a primera vista provocar sorpresa.
Suecia es un país forestal, pero, ¿y España?
Cada año, los bosques españoles crecen y aumenta la biomasa disponible en 46 millones de m3, pero la industria forestal sólo aprovecha en torno a 17 millones de m3/año, es decir, el 38%. Dos tercios del crecimiento del volumen de biomasa se quedan en el monte, bien porque la industria actual no es capaz de movilizar ese recurso o porque ciertas aplicaciones industriales no aportan suficiente valor a la biomasa como para compensar su aprovechamiento. Así, la biomasa que acumulan nuestros bosques ha pasado de 456 millones de m3 existentes en 1975 a 921 millones de m3 en 2009. En Europa, la media de aprovechamiento es del 61%, y en los principales países forestales (países nórdicos, Austria, …), cercano al 90%. La biomasa forestal es un recurso que, según AVEBIOM podría generar 594.000 empleos en España en 2030.
En cuanto al potencial de producción de paja, descontada la destinada a ganadería y las pérdidas por manejo, está previsto que alcance las 28.272 (ktep) en 2020. El informe muestra también que los restos de podas de árboles frutales, olivos y viñedos, tan importantes en el Sur de Europa, podrían aportar hasta 6.734 ktep/año en nuestro país.
El futuro está en cogenerar
2/3 partes del crecimiento esperado de la biomasa en Europa se dará gracias al desarrollo de las plantas de cogeneración (generación de calor y electricidad) y los district heating (calor centralizado). Los países que más cogeneran con biomasa en la actualidad son los escandinavos (Suecia, Finlandia y Dinamarca), Francia, Austria y Portugal, en los que existe una industria forestal importante. Las plantas con potencias más bajas (menos de 1 MWe) se ubican en Europa Central, mientras que las más grandes (más de 20 MWe) se ubican en el Norte.
En cuanto a la generación eléctrica, la principal fuente de electricidad en la UE son los combustibles fósiles (52,3% en 2009). Durante la última década la biomasa ha sido la 2ª fuente de energía renovable (después de la eólica) en producción eléctrica, principalmente a partir de 3 materias primas: biomasa sólida, biogás y residuos sólidos urbanos (RSU).
Ejemplo alemán de apoyo al biogás
En 2009 se produjeron en Europa 8,3 Mtep a partir de biogás y 25,2 TWh de electricidad. El crecimiento medio en la UE es del 4,3% anual, liderado por Alemania con 51,5 tep/1000 habitantes, frente a España con 4 tep/1000 habitantes.
Alemania ha promovido las plantas de biogás apoyando los cultivos energéticos agrícolas para este uso. El resultado es que se ha convertido en el líder con el 49,9% de la producción de electricidad procedente de biogás de la UE.
Favorecer las energías limpias y la recuperación económica
«La situación de las renovables en Suecia cambió radicalmente cuando se comenzó a aplicar la tasa de carbono a todos los combustibles fósiles”, explica Javier Díaz, presidente de AVEBIOM, la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa. Y continúa: «AVEBIOM ha propuesto la aplicación de una tasa similar sobre los combustibles fósiles, cuyos ingresos podrían destinarse a reducir los costes de contratación. De esta manera se favorecería la creación de puestos de trabajo en España; nosotros mismos seríamos los productores de la energía, y dejaríamos el beneficio y los empleos en nuestro país».