El boceto de la Directiva Europea sobre Renovables es un buen paso, pero insuficiente. Así lo cree los expertos del sector. Esta norma se ha presentado por la Comisión Europea dentro del paquete de Invierno sobre Energía de la Unión. Los expertos creen que es un avance importante en el camino hacia un nuevo modelo energético. Si bien, “sus objetivos no responden a la ambición que el momento actual requiere”. Es una conclusión de la Jornada “Directiva Europea sobre Energías Renovables. Desafíos y oportunidades”. El evento fue organizado por la Fundación Renovables, con la colaboración de ANPIER.
En este acto se recogió la visión de un extenso panel de representantes de diferentes sectores. El Director de la representación de la Comisión Europea en Barcelona, Ferrán Tarradellas, fue el encargado de dar a conocer la propuesta de la Comisión. Tarradellas recordó que el objetivo principal es convertir a la Unión Europea en líder mundial de renovables. También lograr los objetivos climáticos y energéticos para 2030.
Para tal fin, la Comisión invertirá de 177.000 millones de euros adicionales por año a partir de 2021. Se incluye la inversión en renovables. Este paquete quiere “asegurar un alto nivel de certeza de los inversores para reducir el coste de capital para el despliegue de sistemas de energías renovables”. Asimismo, se quiere “asegurar que alcancemos el objetivo de al menos el 27% de energías renovables respecto al consumo final de energía”
El punto del 27% como objetivo fue uno de los más cuestionados por la mayoría de los ponentes. Casi todos lo consideran “insuficiente”. Más si se tiene en cuenta, la maduración que el sector renovable ha experimentado en la última década. Eso es lo que matizó el presidente de la Fundación Renovables, Domingo Jimenez Beltrán,
Para Beltrán fijar ese 27% es “condenar” a Europa no es correcto. Supone “un incremento de energías renovables de la mitad de lo que se ha estado haciendo en estos últimos años”. Una forma de atemperar lo inexorable, “la descarbonización de la economía, y aminorar el proceso que señalaban las Hojas de Ruta”, indicó.
El carácter no vinculante de los objetivos por países también es polémico Para el Director de la División de Energías Renovables del CIEMAT Enrique Soria, es una gran desventaja para España. Por ello criticó que “pervivan mecanismos de apoyo a las energías fósiles,”. Quizá, señaló fruto de la presión de muchos países. Este hecho, “pone seriamente en riesgo la capacidad de la Unión Europea para cumplir con sus compromisos internacionales en materia de cambio climático”. Como punto positivo destacó la propuesta de la propia Directiva, dada la ausencia de una política energética común en Europa.
El Director de Regulación de Acciona, José López–Tafall, indicó que el mundo renovable debe apoyar a la Comisión. Cree que es “el mejor aliado que tenemos en Europa”. Valoró que la meta de la Directiva aspiracionalmente es positiva. Sin embargo señaló “agujeros importantes” Además de “la pérdida de oportunidad en la utilización de instrumentos de la UE para premiar inversiones en renovables”.
En un segundo debate, se desgranó el alcance de la Directiva y la predictibilidad y competitividad del sector renovable europeo. Estuvieron el Director General de APPA, José María González Moya; Secretario de ANPIER, Juan Castro-Gil. También Javier Garcia Breva, Asesor de Políticas Energéticas desde La Oficina de JGB y Ferrán Tarradellas, Director de la representación de la Comisión Europea en Barcelona.
González Moya resaltó como uno de los puntos flojos de este paquete es la falta de fiscalidad. Consideró que es “la mejor vía para potenciar las renovables y abandonar el modelo que tenemos y la Comisión se ha olvidado de ella o la ha dejado de lado”.
Juan Castro–Gil también fue crítico. Por ello señaló la falta de ambición de la Directiva “extremadamente notable”. Cree que sin tomar ninguna medida adicional y siguiendo la senda actual “llegaríamos al 24,3% de renovables”. Una opinión compartida por Javier García Breva. Él estima que el paquete en su conjunto es “insuficiente y contradictorio con el Acuerdo de París”. Además de no coincidente con la Hoja de Ruta aprobada por la Comisión Europea con horizonte en 2050. Como novedad Breva resalto que por primera vez los objetivos de eficiencia, renovables y emisiones son un solo objetivo de energía y clima.
«Directiva Europea sobre Renovables: Buen paso pero insuficiente»
En la mesa redonda del final, se habló de la visión sobre el papel del ciudadano como motor de cambio en el modelo energético. Estuvieron en ellaJulio Enrique Campo, de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético. Jorge Romea, Jefe del Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid. Aida González, Directora de Política Energética de UNEF. Asimismo intervino Sara Pizzinato, Responsable de la campaña de renovables de Greenpeace.
Para González, la Directiva de Renovables es una buena señal teniendo en cuenta la situación actual de España. “Si en cuatro años tenemos la misma Directiva que ahora mismo ya serian buenas noticias, después habrá que ver su implantación” indicó.
“la Comisión se propone ayudar a la parte de la sociedad que va a tener más problemas en embarcarse en la transición energética”, añadió. “Quieren facilitar el conocimiento y gestión del consumo, hacer más activos a los ciudadanos que no quieren producir su propia energía y a los que quieren producirla, autorizarles a producir, consumir y vender los excedentes de energía, aunque esto puede ser muy interpretable” matizó.
«La meta de la Directiva Europea sobre Renovables aspiracionalmente es positiva, indican otros profesionales»
Por su parte, Julio Enrique Campo, quiso hacer hincapié en la propuesta de ley de cambio climático y transición energética presentada recientemente por Alianza por el Clima como elemento fundamental para llevar a cabo el cambio de modelo energético en España, una herramienta que, considera, debería ir en paralelo a la implementación de las medidas plasmadas en la Directiva, muy mejorable a su juicio.
Romea resaltó que los ayuntamientos son motores de cambio importantes. Por ello, “se les tiene que dotar de herramientas para llevar a cabo los cambios y no de políticas contradictorias que dificulten la consecución de sus propios objetivos” Romea afirmó que “el paquete de invierno no parece avanzar en facilitar el papel de los municipios”.
En su turno, Sara Pizzinato, destacó la gran necesidad de más ambición en las políticas energéticas. El objetivo, el cumplimiento del compromiso de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 °C-. Así se acordó en el acuerdo climático de París. En cuanto al empoderamiento ciudadano, Pizzinato señaló que “con las políticas adecuadas, la mitad de la ciudadanía europea podría participar de manera activa en el sector eléctrico en 2050 y cubrir el 45% de la demanda del continente”.
«La Directiva Europea sobre Renovables debe ser mejorada creen los expertos del sector»
Los ponentes coincidieron en que el paquete de invierno de la Comisión Europea debe ser mejorado significativamente. Así también se incluye esta Directiva Europea sobre Renovables. El proceso que se abre ahora de discusión en el Parlamento Europeo es clave. Concluyeron en la necesidad de reforzar las acciones de influencia sobre el mismo en los próximos meses. Si bien, creen que supone una buena referencia para las discusiones que se deben tener en España. ó Concha Cánovas, Patrona de la Fundación Renovables, dice que estamos «en las antípodas».
Eso respecto a lo que se pretende con esta Directiva. Domingo Jiménez Beltrán dijo que “es un momento decisivo». Por elLo, «debemos dar una bienvenida calurosa a la propuesta de la Directiva». Lo mismo, respecto a todo el paquete de invierno y a las intenciones de la Comisión. Pero, finalizó, «la Comisión debe estar a la altura de sus intenciones”. Eso incluye y afecta a esta Directiva Europea sobre Renovables.