Valeriano Ruiz Hernández, expresidente de Protermosolar y presidente del Centro Tecnológico Avanzado de Energías Renovables (CTAER) analiza la importancia de este sector en España y en el mundo en una entrevista.
El sol, además de turismo da energía limpia, dos industrias fundamentales para cualquier país y que en España no se aprovechan todo lo que debiera. Aunque, como dice Valeriano Ruiz, somos campeones mundiales de energía termosolar. Sólo en Andalucía hay 18 centrales termosolares comerciales, con el 60 por ciento del total nacional, y se siguen construyendo a pesar de la fuerte oposición de algunas compañías eléctricas.
Pregunta: España ocupa uno de los primeros puestos en producción de energía termosolar
-Valeriano Ruiz Hernández.- En este momento somos indiscutiblemente el número uno. Somos campeones del mundo en fútbol y en centrales termosolares. En generación de electricidad procedente del sol vía transformación térmica. Éste es un matiz importante porque hay otra tecnología que hace lo mismo pero sin transformarla en calor, el sol incide directamente en los paneles fotovoltaicos. En la práctica hay una diferencia importantísima.
Se parte de lo mismo: parto del sol y llego a electricidad, pero en la termosolar tiene que haber por el camino una transformación en calor que puedo almacenar. La electricidad no se almacena, lo que se guarda es el calor como en un termo de café y, como el café caliente, dura un tiempo. Y ese calor lo guardo para producir electricidad cuando me interese. Eso es muy importante porque el sistema eléctrico está condicionado a las necesidades del usuario.
Pregunta: Cuando usted dice que en España somos campeones en esta clase de energía, ¿lo somos porque tenemos más instalaciones y más grandes o porque fabricamos más electricidad de esta forma?
-V.R.H.- Lo somos en su conjunto. Tenemos la mayor capacidad de fabricar electricidad con estas tecnologías y más instalaciones que nadie, más megavatios instalados que nadie. Aunque no somos los campeones en radiación solar, los desiertos del mundo tienen más sol que nosotros. Además nuestras empresas son las que hacen las centrales solares en el mundo en este momento y el 80% de los elementos que configuran una central.
Empresas españolas que incluso se están permitiendo el lujo de montar fábricas en otros países. Por ejemplo, Rioglass, una empresa asturiana que fabricaba lunas para coches, se ha reconvertido y está fabricando espejos parabólicos en Mieres y ha montado una fábrica en EEUU. Son los líderes mundiales en fabricación de esos espejos que son esenciales para la energía termosolar.
Pregunta: ¿También en tecnología?
-V.R.H.- También. Es verdad que detrás hay un esfuerzo de casi 40 años. Desde 1980 aproximadamente hasta hoy hemos estado trabajando e investigando, no solos, con más gente de EEUU, Japón, Francia, Alemania… pero los que hemos mantenido la continuidad hemos sido EEUU y nosotros… también Alemania, aunque no tiene radiación directa.
Pregunta: En lo que sí son campeones los alemanes es en otras formas de energías verdes
-V.R.H. Eso es otra cosa. Conviene separarlas. Hay varias tecnologías solares Ellos son los primeros en tecnologías de baja temperatura, para calentar agua. En eso nos ganan muchísimo, a pesar de que tienen la mitad de radiación que nosotros. Pero para eso no necesitan radiación directa. Están más concienciados. En fotovoltaica también nos ganan, aunque en térmica les gana China que es el país del mundo que más instalaciones de agua caliente sanitaria tiene.
Pregunta: ¿Qué sucedió hace 40 años para que nos convirtiéramos en pioneros de la termosolar?
-V.R.H. Pionero es una palabra que no me gusta demasiado, hace pensar en una persona. En aquellos tiempos había ya mucha gente en el mundo con la misma idea. Y nosotros estábamos «en el ajo» para que se entienda, junto con alemanes, americanos, israelíes, australianos, franceses, italianos… aunque los estadounidenses y nosotros hemos mantenido el tipo.
Pregunta: Quizá no fueron pioneros, pero en aquel momento en España tuvo que suceder algo para que se interesaran y para que fueran quizá contra una mentalidad que no pensaba en estas energías.
-V.R.H.- Aquello fue muy interesante. Luchamos a favor. La mentalidad estaba condicionada por la guerra del Yon Kipur entre árabes e israelíes. Aquello fue el detonante. Se trabajaba desde mucho antes, pero eran cosas puntuales, poco importantes. A raíz de la guerra de los «seis días» se despertó en todo el mundo una inquietud por las energías que entonces llamaron alternativas, había que buscarle una alternativa al petróleo, todo el mundo se asustó con aquello.
Pero hay que ser realista, la gente se creía que al día siguiente ya se estaría produciendo electricidad y no es verdad. Se tuvo que tomar una iniciativa de investigación que necesitaba un tiempo para madurar: que las empresas se hicieran con las tecnologías, hacer plantas piloto, ensayar, comprobar… Ése ha sido el proceso que hemos seguido.
Pregunta: Qué tanto por ciento de electricidad está producida por la termosolar en España
-V.R.H. – Muy poca todavía. El sistema eléctrico español está muy complicado y hemos llegado a una situación absurda en la que la capacidad de producción en realidad es el doble de la que necesitamos. En ese sistema tan exuberante, digamos, la termosolar acaba de empezar.
La primera central de 11 megavatios comenzó a funcionar en febrero de 2007. Vamos progresando muy rápidamente pero necesitamos más tiempo. Como ha pasado con las otras tecnologías energéticas. La nuclear lleva más de 50 años y el carbón o el gas natural… y nosotros llevamos escasamente 5 años.
Pregunta: En la UE ¿cómo está la termosolar?
-V.R.H. – Muchos países que comenzaron con nosotros y luego se retiraron están mirando con lupa lo que hacemos aquí y se quieren sumar. En Francia, la empresa nuclear más importante, que se llama Areva, ha comprado una central solar. Los italianos tienen una empresa pequeñita, los griegos… por supuesto, en todo el Mediterráneo. De hecho tengo un encargo de la Academia de Ciencia del Mediterráneo para organizar un seminario en noviembre en Sevilla para personas bien formadas de las academias del norte y del sur del Mediterráneo porque todos están interesados.
Pregunta: ¿En todo este proceso llamémosle de formación de la energía termosolar tomó parte la UE como institución?
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-V.R.H. – Bastante poco, la verdad. Últimamente, desde CTAER, estamos impulsando un proyecto en toda Europa, EU Solaris, estamos a la expectativa del dinero, pero en todo caso está en marcha. La UE no ha sido muy entusiasta de la energía solar. Han apoyado más la nuclear o la eólica. Yo siempre digo que tenemos que ir a Bruselas a manifestarnos desde el sur de Europa con un sol muy grande. Ellos no saben que hay sol, en Bruselas prácticamente no lo ven, y no lo tienen metido en la cabeza como nosotros.
Pregunta: ¿Qué papel está jugando la crisis económica y financiera en estas formas de energía?
-V.R.H. – Ha influido negativamente porque ha creado una sicosis que además cierta prensa se encarga de jalear en el sentido de que se han construido más centrales eléctricas de la cuenta. Pensaron que el consumo iba a seguir aumentando, pero no ha sido así. El sistema eléctrico está sobredimensionado y el gobierno se ve agobiado por esas empresas que quieren recuperar sus inversiones. Y si se mete más electricidad renovable en el sistema ganan menos dinero etc. etc.
De esto es de lo que yo acuso a los sucesivos gobiernos, no a éste, también al anterior. De que se han fijado más en los intereses de unas cuantas empresas que en el interés económico y social del conjunto de la población. Porque estas tecnologías dan muchos puestos de trabajo y dan riqueza interna distribuida por todo el país.
Sin embargo, en las otras tenemos que ver los españoles solo en parte. La mayor parte hay que comprarla fuera. Interesaría desarrollar más estas tecnologías como la termosolar y no se hace porque arrastramos un auténtico lastre, por ejemplo, los 27.000 megavatios del ciclo combinado con gas natural. Gas que tenemos que pagar fuera, que produce CO2 que también hay que pagar. O las nucleares que ahí están y a las que quieren sacarles el máximo partido económico y eso frena el desarrollo de otras.
Pregunta: ¿Los ciudadanos pueden hacer algo?
-V.R.H.- Los ciudadanos tienen que ser conscientes de que el futuro de este país pasa por un desarrollo de las energías renovables inteligente que no permita la especulación. El gobernado no tiene porqué pagar los errores del que gobierna. No puede ser que se esté produciendo la electricidad a unos precios iguales que en cualquier otro sitio de Europa y sin embargo el consumidor doméstico esté pagando la electricidad mucho más cara que en el resto de Europa. Hay que mandar un mensaje al consumidor, tiene que defender sus derechos y exigir que le pongan un precio sensato.
Pregunta: Pero el ciudadano está concienciado
-V.R.H. – No del todo. Hay un matiz muy importante. Mucha gente cuando me oye hablar, piensa que estoy en contra de… No estoy en contra de nada. Yo soy profesor de termodinámica, que es la ciencia de la energía. Creo que es muy importante que los ciudadanos seamos conscientes de nuestra responsabilidad en todos los temas que afectan al medio ambiente. Los ciudadanos deben saber que ellos tienen responsabilidad en el medio ambiente a través del sistema energético, consumiendo lo que verdaderamente se necesita para vivir bien, pero no más, no derrochando.
Si va usted por ahí a cualquier terraza de verano al aire libre, con el sol que tenemos, se encuentra con las luces encendidas y no le diga nada al dueño del restaurante que encima se enfada con usted. Y luego dicen que es muy caro el kilovatio hora y yo estoy de acuerdo … Caro en relación con otros sitios, pero eso no debe impedir que los ciudadanos sean conscientes y que utilicen lo que necesitan. O dejar el aire acondicionado a unas temperaturas que hay que ponerse el abrigo en verano y una calefacción que en invierno hay que ponerse el bañador. Eso son cosas de la responsabilidad única y exclusiva de cada uno. Esto hay que transmitirlo aunque perjudique al que vende el kW·h
Pregunta: ¿Quién debe transmitirlo?
-V.R.H. – Yo he sido asesor nacional del clima y el otro día se celebró la primera reunión con el ministro Arias Cañete. Le dije que el ministerio de Medio Ambiente tiene una responsabilidad de comunicación con los ciudadanos en este sentido. No solo con la electricidad también con los coches, etc. La mejor misión del gobierno es informar bien a los ciudadanos. Es una responsabilidad de todos, del ministro, mayor que la nuestra, pero nosotros también la tenemos.
(Fuente: euroXpress/ Protermosolar web)