ACTUA VIDA E27 permite ahorrar el 90% del consumo
El precio de la luz en el mercado ha subido y va a seguir subiendo. El recibo medio de electricidad se ha disparado un 29% en enero, según datos recogidos a partir del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Se trata de la mayor subida en muchos años y plantea todo un reto para los bolsillos de los consumidores españoles. Una situación que podría resolverse gracias a la bombilla solidaria ACTUA VIDA E27, que permite un ahorro del 90% en la factura de iluminación y que verá la luz el próximo mes de mayo.
El 3% de los ingresos obtenidos por su venta irán destinados a la ONG proyecto Amber en África y a Caritas en España
Con el objetivo de financiar proyectos humanitarios en África a través de la ONG proyecto Amber Kenya de ayudar en España trabajando con una causa local, nace esta bombilla de la compañía Light and Life que reduce un 90% el consumo respecto a la incandescencia, un 72% frente a la fluorescencia compacta de bajo consumo y un 20% respecto al LED convencional.
Además, ACTUA VIDA E27 tiene una vida media de 90 años y todos sus componentes son reparables: si se estropea, ¡no tira! Se puede arreglar o actualizar para adaptarse a las nuevas tecnologías, por lo que no genera ningún residuo. La ACTUA VIDA E27, ya ha recibido un premio/subvención, de la agencia de residuos de Cataluña.
La lámpara sin obsolescencia programada ahorra energía y tiene una vida media de 90 años
“Esta iniciativa nos ayudará a poner nuestro granito de arena en la ayuda al desarrollo de países de África y a colaborar con proyectos solidarios en nuestro país, ya que destinaremos el 3% de los ingresos obtenidos de las ventas a fines solidarios. Algo que nos hace enormemente felices y a la vez que ofrecemos un nuevo producto sin obsolescencia programada, con una vida larga y que permite el ahorro energético y económico”, explica un portavoz de Light & Life.
Su producción se realizará en Cataluña y priorizará la contratación de personas en riesgo de exclusión social para la fabricación, que será sin obsolescencia programada, es decir, sus componentes no están programados para fallar y tienen la máxima vida útil que la tecnología permite actualmente. Así ha quedado demostrado ya que han recibido la certificación y la garantía del sello ISSOP (Innovación Sostenible Sin Obsolescencia Programada) de la Fundación Feniss.
Se trata de una certificación que distingue a aquellas empresas que no incluyan la obsolescencia programada en la fabricación de sus productos, y que sus productos sean reparables por un coste menor al de comprar uno nuevo. Hasta el momento sólo 14 empresas ya cuentan con dicha certificación.