La Fundación denuncia que existe un grave déficit democrático en la elaboración de la política energética y en la definición del modelo energético que precisan la sociedad y la economía españolas.
2 de junio de 2011.- La Fundación Renovables considera que el Plan de Energías Renovables 2011-2020 (PER), dado a conocer por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), constituye una ocasión perdida puesto que consolida el modelo energético actual ignorando las razones medioambientales, estratégicas y socioeconómicas que imponen un profundo cambio. En el documento adjunto, en el que se realiza un primer análisis de la propuesta del organismo dependiente del Ministerio de Industria, la Fundación Renovables señala que este PER nace doblemente desfasado por su retraso fuera de plazo y porque sus objetivos están muy por debajo del potencial de la industria renovable nacional y del recurso renovable que España no está aprovechando.
Entre las conclusiones del análisis efectuado por la FeR se señala que con la actual redacción se va a frenar el desarrollo de la industria nacional de renovables y el desarrollo regional que ha impulsado su crecimiento en los últimos años y se advierte que no se van realizar más inversiones en renovables, hasta 2020, de las que ya están en marcha.
Para la Fundación uno de los aspectos más graves es que se establece en línea con el anteproyecto de Ley de modificación de la Ley del Sector Eléctrico que el Gobierno podrá modificar discrecionalmente el régimen económico de las renovables, acabando con la seguridad jurídica y económica del sistema de primas, lo que desanima cualquier inversión futura.
Se incumple flagrantemente la Directiva 2009/28/CE de renovables y los acuerdos del Consejo Europeo de 2007 por los que la política energética debería orientarse hacia una economía baja en carbono, a través de un mayor consumo de renovables y marcos regulatorios estables para dar seguridad a las inversiones.
La Fundación denuncia que existe un grave déficit democrático en la elaboración de la política energética y en la definición del modelo energético que precisan la sociedad y la economía españolas. En el documento, la Fundación Renovables presenta unas primeras propuestas que deben partir del reconocimiento de que las fuentes renovables son una necesidad estratégica para cambiar el modelo económico y el modelo energético de España y de que es necesaria una mayor participación para definir el modelo energético a medio y largo plazo.
Para la FeR es fundamental vincular el desarrollo de las renovables a una política industrial y tecnológica que haga del mayor consumo de energía limpia una nueva especialización productiva y la necesidad de objetivos vinculantes de ahorro en todos los sectores de actividad y en todas las administraciones públicas. La propuesta más concreta es incrementar los objetivos de política energética para 2020 al 30% de consumo final de renovables, 30% de ahorro de energía y 30% de reducción de emisiones, porque es necesario, posible y además una oportunidad.
Respecto a la anuncia Ley de Eficiencia Energética y de Energías Renovables, la FeR considera que solo tiene sentido si es una fiel y completa transposición al ordenamiento jurídico nacional de las Directivas 2009/28/CE de Renovables y 2010/31/UE de Eficiencia Energética de Edificios y reclama la introducción de criterios de corresponsabilidad de manera que las políticas para avanzar hacia un modelo energético bajo en carbono lo soporten, de manera equilibrada y equitativa, todos los consumidores de energía.
Por último la Fundación señala que frenar las renovables ahora es ir a contracorriente en un mundo que ha decidido avanzar más rápidamente hacia una energía más limpia, abundante y segura. El futuro es de la generación distribuida y de la gestión energética descentralizada y esa es la apuesta que se niega. Una decidida apuesta por la generación distribuida es la propuesta más importante para una estrategia energética sostenible.