Concluyen los actos que conmemoran el Global Shading Day, día mundial de la protección solar, que reivindica la necesidad de protegernos del sobrecalentamiento con medidas de protección pasiva.
El Global Shading Day, celebrado el pasado 21 de marzo, nos recuerda la necesidad de la instalación de protección solar para combatir el cambio climático; y crear edificios más sostenibles. Esta sencilla medida evita el sobrecalentamiento de los edificios, reduce las necesidades de aire acondicionado y las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Las medidas de protección solar, que agrupa todas aquellas soluciones que evitan el sobrecalentamiento de los edificios; tienen la función vital de asegurar la sostenibilidad en el sector de la construcción y la rehabilitación; así como lograr los objetivos de eficiencia energética que ya constituyen un imperativo mundial.
Según el último estudio Guidehouse Europe, la aplicación de estas soluciones puede llegar a reducir hasta un 60% la energía necesaria para refrigerar el interior de las viviendas; disminuir un 58% la emisión de gases de efecto invernadero; y pueden llegar a suponer un ahorro potencial de 285.000 millones de euros en Europa de aquí a 2050.
En comparación con los sistemas de refrigeración activa, la refrigeración pasiva reduce significativamente el consumo de energía y ayuda a combatir el cambio climático. Las técnicas de enfriamiento pasivo, como la protección solar inteligente, aprovechan un clima interior agradable sin depender del aire acondicionado que consume mucha energía. Al aportar sombra a nuestros espacios de forma inteligente, reducimos la ganancia de calor, ahorramos energía y minimizamos nuestra huella de carbono.
En resumen, una refrigeración pasiva no consume energía, mientras que una de tipo activo sí que lo hace. Un hecho derivado del aumento exponencial de las temperaturas por el cambio climático, que puede marcar el futuro de nuestro planeta.