Hablar de climatización y eficiencia energética en la edificación es también tratar sobre los aislamientos, especialmente las ventanas y sus cerramientos. De nada sirve contar con un buen sistema de aire acondicionado una calefacción con renovables, como puede ser la biomasa, si no se cuenta con unas ventanas adaptadas a las nuevas necesidades.
Un buen cerramiento o una instalación nueva de ventanas es la mejor garantía para garantizar la eficiencia energética y reducir al máximo el consumo energético.
Asimismo, se logra recudir los ruidos molestos del exterior y acabar con posibles filtraciones de aire. ¿Qué soluciones podemos aplicar? Por ejemplo, en el caso de que se quiera acabar con filtraciones de aire en ventanas de aluminio o madera puede obstarse por burletes o silicona. En el caso de que se trate de cristales simples, que al no ser dobles hacen que la penetración del frío sea mayor, pueden instalarse cortinas gruesas, las que se denominan edredones de ventana. Para protegerse del sol, existen, además de los toldos, las conocidas láminas adhesivas, que se colocan en la parte exterior del vidrio y que consiguen reducir hasta en un 50% la radiación solar.
Una opción más para conseguir mejorar el aislamiento de las ventanas y alcanzar mayores cuotas de eficiencia energética en casas, edificios u oficinas es buscar las ayudas que se han puesto en marcha en los últimos tiempos, como el Plan Renove, como el de la Comunidad de Madrid, que promueve la mejora del aislamiento térmico en viviendas o edificios del sector terciario (oficinas, hoteles, etc.).
Las ventanas de PVC con dobles acristalamientos de aislamiento térmico reforzado permiten reducir las pérdidas de calefacción y aire acondicionado y mejorar el confort térmico de los edificios.