La iluminación, el segundo factor más importante en la construcción de imagen de las ciudades
2 de noviembre de 2011.- Una de las principales conclusiones del estudio «Luz y ciudad», presentado por Philips y desarrollado conjuntamente con el Instituto de Empresa, es el hecho de que la iluminación es considerada por los ciudadanos como el segundo factor más importante en la construcción de imagen de ciudad (18,5%) y que pasa a ser una oportunidad en la gestión urbana.
Dicho estudio ha sido diseñado para conocer más a fondo el papel del alumbrado público en la ciudad y la percepción que los ciudadanos tienen de la iluminación de sus calles y plazas. De este análisis se desprende que la iluminación y resto de servicios urbanos básicos encabezan la lista de variables que influyen en la reputación de una ciudad, con una importancia del 18,5%, por detrás solamente del factor «atractivos urbanos», representado por un 19,8%.
El estudio apunta el alumbrado público como una oportunidad a día de hoy, especialmente en tiempos de crisis económica, una vez que deja de tener un uso meramente funcional y pasa a desempeñar un papel importante en la gestión urbana. «La iluminación es una forma a través de la cual las ciudades manifiestan su personalidad, y que juega un papel fundamental para construir su reputación urbana y para permitir que compita eficazmente con programas de city marketing», explica Gildo Seisdedos, profesor del IE Business School y coordinador de la investigación.
El alumbrado público percibido como mínimo vital
La iluminación pública aparece asociada a valor por los ciudadanos y, exactamente por ello, genera alta insatisfacción si no funciona adecuadamente. Sin embargo, cuando opera en perfecto estado se percibe como inexistente.
«Los servicios urbanos básicos, encabezado por el alumbrado público, son percibidos como un mínimo vital, que sólo despiertan nuestro interés cuando fallan, como un derecho gratuito y sin contraprestaciones. Para los ciudadanos, luz es, únicamente, seguridad sin coste adicional», afirma Gildo.
Entre los grupos de mayor edad que han participado en el análisis cualitativo
llevado a cabo en este estudio, esta percepción es aún más evidente. Hay una fuerte vinculación entre potencia de la iluminación y seguridad ciudadana, asociándose ámbitos más iluminados con ámbitos más seguros. Sin embargo, en el colectivo más joven, la iluminación pública es percibida como una utilidad que, gracias a la tecnología, es susceptible de evolucionar.